Edymar Martínez, hace todo lo posible para conservar la calma, sin embargo, la emoción es más fuerte que ella. «Estoy nerviosa, asustada, ansiosa», dice y no es para menos, ya que durante 12 meses ha tomado clases de pasarela, peluquería, maquillaje y oratoria para representar al país en el Miss International.
El jueves 15 de octubre, la joven de impactantes ojos verdes, larga cabellera, 90-62-90 y 1,77 metros iniciará el periplo que la llevará rumbo a Tokio, Japón, donde el concurso se realizará el 5 de noviembre. «No solo me asusta el viaje sino también el resultado como tal. Tengo tantas expectativas».
El traje de gala que Edymar usará en la noche final es del diseñador Hugo Espina y aunque no da muchos detalles sobre el traje típico, adelanta que en el concepto es suyo y de su manager Esteban Velásquez.
El tiempo de preparación de la miss no fue suficiente para que dominara el idioma del país oriental, pero apunta que en la quinta rosada recibió cursos de la lengua nipona y que Yuraima Quintero, jefa de prensa del certamen, le dio un material sobre la cultura japonesa.
Eso sí, la bella se va a japón encomendada a la Virgen del Valle. «Si Dios y ella quieren me voy a traer esa corona y si lo hago, le mandaré a hacer una réplica y se la llevaré», afirmó.
DC/EU