El «plan Colombia» para enfrentar a Perú

El ‘gran cambio’ que ha ensayado el técnico de la Selección Colombia, José Pékerman, para encarar el nuevo reto de clasificar al Mundial de Rusia 2018 es táctico. Tanto en la Copa América como en el partido preparatorio del pasado 8 de septiembre contra Perú, justo el mismo rival del estreno de la nueva eliminatoria, el jueves a las 3:30 p. m. en Barranquilla, Pékerman jugó con una formación básica de cuatro defensas, tres volantes, un armador (enganche o media punta) y dos delanteros (4-3-1-2).

Ese sistema fue el mismo que empleó en la Selección Argentina que dirigió en el Mundial de Alemania 2006, con Juan Román Riquelme como organizador, como esperaba que fuese ahora James Rodríguez, ausente por una ‘doble’ lesión.

¿Un detalle menor? No: más allá de estos nombres puntuales y sus hojas de vida, buena parte del éxito de este sistema se soporta en el ‘10’: es fundamental. Se lo libera para que dé asistencias de gol y volumen de juego, además de permitirle remate a puerta y permanecer en zona de anotación. Como lo dicen varios autores: “Los equipos que juegan 4-3-2-1 corren el riesgo de depender exageradamente del enganche”.

En las tareas defensivas, el soporte es el volante central (Carlos Sánchez, en el caso de Colombia), que tiene como función primordial recuperar el balón y hacer los relevos de los volantes externos.

De manera coincidencial, durante el fragmento del entrenamiento que ayer pudo observar la prensa, Pékerman dio largas instrucciones a Sánchez (el volante de marca) y Cardona, quien, en ausencia de James, puede ser el enganche en este 4-3-1-2 que está implementando para el partido del próximo jueves.

En el pasado amistoso contra Perú, Pékerman ubicó al lado derecho de Sánchez al novato Gustavo Cuéllar y en la izquierda, al experimentado Macnelly Torres, quien, aunque es un creativo natural, un armador clásico, en la Selección tiene otra función de marca, ya sea para dar salida rápida y despejada o asegurar la tenencia cuando se recupera la pelota. Para ese mismo puesto, y con esa misma función, Pékerman quería a Cardona, pero sobre el supuesto de jugar con James. Pero ahora, en su ausencia…

En Colombia, este volante central también tiene la misión de retroceder para apoyar a los dos zagueros centrales y permitir la salida, al mismo tiempo, de los dos laterales.

LA VARIANTE OFENSIVA

Los textos tácticos aseguran que la variante ofensiva más empleada en el 4-3-1-2 es el 3-4-3 (véanse fotos explicativas), como ya ocurrió en el pasado juego contra Perú. Las mayor ventaja que permite esta variación táctica es la de acumular gran cantidad de jugadores al ataque y explotar el juego por las bandas, característica fundamental de Pékerman y de Colombia. Ese juego en los costados lo desarrolla con la proyección de los laterales y los volantes externos. Además, una de las fortalezas de esta variación es la de tener muchos jugador en actitud ofensiva, con lo que también se busca mayor juego entre líneas.

¿Y el mayor riesgo? Pues que el equipo se ‘parta’, retroceda mal y deje desprotegidos y en inferioridad numérica a los defensas. Cualquier error en la entrega puede ser fatal por lo expuesto que queda el equipo atrás. Por eso, los textos insisten en que esta variación de ataque “obliga a manejar la pelota con criterio, precisión y calidad”.

Este fue el ‘plan Colombia’ que Pékerman ya había diseñado desde el pasado amistoso contra Perú para enfrentar ahora al mismo Perú.

CHARLAS MUY DICIENTES

Durante el fragmento del entrenamiento de Colombia que presenció la prensa este lunes, llamaron la atención las dos sesiones de instrucciones que el entrenador, José Pékerman, sostuvo con Edwin Cardona y Carlos Sánchez. ¿Es un indicativo de que Cardona reemplazará a James?

Por ahora, eso es un misterio. Sin embargo, las posiciones y funciones de Sánchez y las de las medias puntas son determinantes en el esquema que viene implementando el DT.

DC|Eltiempo.com