Entre unas cosas y otras el fútbol portugués ocupa desde hace unos meses la actualidad internacional. Los primeros embajadores fueron Cristiano Ronaldo y José Mourinho; después Jorge Mendes, primer agente del mundo; este verano Casillas llega a Oporto; esta semana su equipo derrota al Chelsea y el Benfica gana en su propio cuadrilátero al Atlético. Por si todo esto fuera poco, Football Leaks, una web que reside en Rusia, anuncia que va a desvelar “la parte oculta del fútbol”, y empieza por Portugal.
El primer bombazo ha sido el contrato del técnico Jorge Jesús, que se cambió de acera, de la del Benfica (campeón de dos ligas seguidas), a la del Sporting de Lisboa. Aparte de la traición, sorprendió por el poderío económico de un club con la tercera parte de presupuesto que el Benfica. Casi el 20% del presupuesto anual del Sporting se lo lleva este carismático técnico que, de momento, es rentable. Ha puesto al equipo en el liderazgo de la liga junto al Oporto.
Según Football Leaks, Jorge Jesús gana cinco millones líquidos por año, un cantidad desorbitante en Portugal, más dos millones por el título de Liga, más 500.000 si gana la Copa, 250.000 si gana la Copa de la Liga y 200.000 más si gana la Supercopa, como ya lo hizo. Más o menos, las cantidades ya se sabían; lo novedoso es la documentación original, que podría poner en aprietos al club, pues el Sporting, al igual que el Oporto y el Benfica, también víctimas de Football Leaks, cotizan en la bolsa de Lisboa.
Desde el primer momento se atribuyó el órdago económico del Sporting al inversor angoleño Sobrino, implicado en la caída del imperio Espírito Santo, aunque este lo negó siempre. Es otro angoleño, António Mosquito, no menos poderoso. Football Leaks destapa las relaciones de Mosquito con el Sporting, que el club no niega. El angoleño posee varios clubes, entre ellos el Caála, que ha financiado las operaciones de Bruno Paulista y Franco Cervi.
Tras los papeles de Jorge Jesús, que no se inmutó (“no tengo nada que ocultar”, dijo a los periodistas), se ha desvelado algo más sucio y actual. La renovación de Carrillo, centrocampista del mismo club, que está apartado del equipo por negarse a renovar. Según la web rusa, el presidente quiere imponerle al jugador (que acaba contrato en junio) una cláusula de rescisión de 40 millones si se va a un club portugués o de 15 si es extranjero. El Sporting también aparece en medio de las negociaciones por Danilo Pereira (que acabó en el Oporto) y Metrioglou, que fue al Benfica.
Algunos de los papeles de Football Leaks son de la Comisión Nacional del Mercado de Valores, es decir, públicos, comunicaciones de los clubes al organismo de bolsa, después de cada compra o venta de jugadores. Es el caso del francés Imbula, el fichaje más caro en la historia del fútbol portugués (20 millones), que recala en el Oporto y quien debe la mitad de la transferencia, según la web. A la vista de la información, el Porto ha aclarado que posee la mitad de la propiedad del jugador, y que por tanto solo debía pagar 10 millones; la otra mitad pertenece a la sociedad Doyen.
Las revelaciones no han socavado el valor de la acción de estos clubes, pues el inversor se mueve más por el éxito deportivo que por los beneficios económicos. El ganador de la liga, el Benfica, ha visto subir su acción un 19% en este año, frente al 16% y el descenso del 7% de la del Porto, que lleva dos años sin títulos.
Tanto el Sporting como el Oporto han realizado comunicados oficiales, más que para desmentir, para explicar que las revelaciones son parciales y que muchas de ellas está en la CMVM. Para los clubes, Football Leaks solo ha enseñado la “cara pública del fútbol”. El aficionado, ahora lo que quiere saber es el contrato de Casillas.
DC/El País