Una “ciudad fantasma” se construye en pleno desierto del Nuevo México (Estado Unidos), por la compañía de desarrollo tecnológico Pegasus Global Holdings. A pesar de que nadie vivirá allí, esta podría albergar a 35.000 habitantes.
El Centro de Innovación, Pruebas y Evaluación (CITE) costará 1.000 millones de dólares. Será utilizada como un centro de nuevas tecnologías y nunca será habitada, pese a que cuenta con todas las infraestructuras necesarias: vivienda, centros comerciales, una iglesia, una autopista y un aeropuerto de 38 kilómetros cuadrados, según el Clarín.
Otros medios han informado que la cuidad será un laboratorio al aire libre, en donde la empresa realizará nuevas tecnologías relacionadas con el urbanismo, es decir, desde sistemas de ahorro de energía, hasta redes de comunicación de última generación y plantas de agua y reciclado de residuos.
Muchos cometan que el pasto de las casas será cortado por robots. Los drones se encargaran de grabar y tomar fotos, así como de vigilar que la autopista no se colapse con los autos eléctricos.
Esta “máquina gigante” comenzará a construirse a partir del año 2018 y tendrá el objetivo de investigar proyectos urbanísticos y tecnológicos de nueva generación, bajo las mismas condiciones en que se encuentra el mundo real.
DC/EN