Tyron Edwards, teólogo del siglo 19, dijo: El asesino y el calumniador son diferentes solo en el arma que usan: para uno es la daga, para el otro la lengua.
La lengua, metáfora bíblica para referirse a las palabras, cuando se mal emplea es descrita en las Escrituras como un azote, una navaja o saeta afilada, una serpiente y como fuego. La fe cristiana abarca ética y carácter, y en la Biblia la murmuración es enérgicamente condenada: Con nuestra lengua podemos bendecir o maldecir. Con ella alabamos a nuestro Dios y Padre, y también insultamos a nuestros semejantes, que Dios hizo parecidos a él mismo. Hermanos, ¡esto no debe ser así! De un mismo pozo no puede salir agua dulce y agua amarga o salada. (1)
¿Qué es el chisme?
El diccionario lo define como: Embrollo, murmuración o conversación malsana acerca de una persona ausente. Calumnia, difamación, hablar a espaldas. De una persona ausente sólo se puede hablar cosas positivas. La única excepción es cuando se ofrece información de carácter utilitario para evitar un mal o proteger a alguien: Una madre cuya hija está saliendo con un hombre del que sabe asuntos que ponen en riesgo la vida de su hija no va a dejar de decírselos por pensar que chismea. Respecto de las causas del chismear muchos lo hacen por envidia, otros por ingratitud y descontento y unos más por ocio e imitación.
Tipos o especímenes de chismosos
El analista político: Se sabe el nombre de todos los funcionarios públicos. Conoce el que es gay o tiene amantes e hijos regados. Habla como si conviviera con estos personajes aunque solo los conozca por fotos. El médico: Es capaz de descartar de inmediato que el desmayo de la vecina obedezca a alguna afección, y da por sentado: esa lo que está es preñada, aunque la niña lo que tiene es cálculos en un riñón. El lleva y trae: Va de casa en casa regando en cada visita lo que escucha. Oye los problemas ajenos y opina dando soluciones. Eso sí, su frase típica es: A mí no me gustan los brollos. El 2.0: Este es el chismoso cibernético, el que utiliza cuanto medio tecnológico tenga a su alcance para enterarse de los últimos acontecimientos. Y usa las redes sociales, tuits, estados actuales de chats y más para dañar, criticar, matar presidentes o murmurar de otros. El envidioso: No soporta que su vecino haya comprado un carro nuevo antes que él y dice: Y eso que no tiene para comer. El vampiro: Duerme de día y se acuesta tarde en la noche. Sabe a qué hora sus vecinos salen, regresan y con quién.
¿Cómo detener la murmuración?
Cuando reconozcas que: 1. Crea división. Fragmenta comunidades y empresas. El alborotador siembra conflictos; el chisme separa a los mejores amigos. (2) 2. Rompe amistades. Simón Bolívar dijo: El chisme y las murmuraciones son lo más pernicioso que existe, pues su labor nefasta es sembrar odio y rencor hasta destruir los más grandes lazos de amistad. 3. Los murmuradores terminarán cuando no haya quien los oiga. El chismorreo es como la ley de la oferta y la demanda: Si no se vende, deja de producirse. 4. Al escuchar te haces cómplice. Tan culpable es el que mata la vaca como el que le aguanta la pata. 5. Murmuras de Dios al murmurar del que tiene Su imagen. …con ella (lengua) maldecimos a los hombres que están hechos a la semejanza de Dios. (3) 6. El que murmura de otros delante de ti, murmurará de ti delante de otros. 7. Es pecado. Moisés fustigó a un pueblo quejoso:…¡Ustedes no están murmurando contra nosotros sino contra el Señor! (4) La murmuración es un pecado sutil que seda la conciencia.
La sede del problema no es la lengua misma, sino el corazón:…De la abundancia del corazón habla la boca. (5) Si purificas tu corazón, acercándote a Jesucristo, tendrás menos problemas con la lengua.
Santiago 3:9-11 (TLA); Proverbios 16:28 (NTV); Santiago 3:9b (VRV);
Éxodo 16:8b (NVI); Mateo 12:34b (NVI)
DC / Raúl Parra / rlpt10@yahoo.es / @RaulParraT