A las 11.00 de la mañana el aforo del salón Paraninfo del Aula Magna de la URU estaba completo. Caben 500 personas, pero afuera habían más, unos 300 jóvenes que ansiaban ver, tocar y escuchar a Lilian Tintori, esposa del líder opositor Leopoldo López que comenzó ayer en Maracaibo la campaña «todos por la libertad», un recorrido por el país para apoyar a los candidatos de la MUD e incentivar el voto masivo para las parlamentarias, pues el primer paso para la libertad de los 78 presos políticos de la revolución bolivariana se dará en una fecha decisiva para Venezuela: el próximo 6 de diciembre.
“¡Lilian!, Lilian!, ¡Leopoldo, presidente!, ¡Arriba Lilian, eres lo más grande!”, se oían voces gritar mientras los organizadores metían, con calzador, a unos 50 jóvenes más en la sala, donde la esposa de López hablaría acompañada de Rosa Orozco, madre de la estudiante Geraldine Moreno, asesinada durante las protestas de 2014, y Gerardo Resplandor, estudiante con medidas cautelares.
«Tenemos un solo objetivo: la libertad de nuestros presos políticos y la libertad de Venezuela», soltó Tintori, evidentemente impresionada con el recibimiento que tuvo en la capital zuliana.
Las lágrimas de Lilian
La última vez que Lilian Tintori lloró fue cuando terminó de ver el video del fiscal Franklin Nieves, quien denunció el pasado viernes cómo fue coaccionado por el Gobierno de Nicolás Maduro para fabricar los cargos con los que sentenciaron al fundador de Voluntad Popular a casi 14 años de prisión. «Fueron lágrimas de alegría, de esperanza, de ver que la verdad siempre sale. Esa declaración y ese fiscal es el reflejo de la justicia injusta que hay en Venezuela. Él relata lo que hemos denunciado desde el primer día: cómo la justicia está secuestrada y hay verdugos del régimen que acusan, encarcelan, torturan y persiguen injustamente a los líderes que representan el futuro del país».
DC|LV