Hace pocos días se estrenó una fascinante producción cinematográfica titulada “Misión Rescate”, en la cual 5 astronautas de la NASA que se encontraban en una misión en el Planeta Marte deben abandonar el planeta de manera inesperada lo que ocasiona un accidente que obliga a la tripulación a partir sin uno de los astronautas, el cual dan por muerto. Este, al despertar herido se encuentra en un escenario en donde la escasez de alimentos, oxigeno, agua, energía, comunicaciones era evidente, y los recursos con los que contaba era para sobrevivir tan solo 31 días. Mientras él buscaba la manera de sobrevivir con los pocos recursos que tenía y solo con sus habilidades, destrezas y conocimientos, se preparaba una misión para rescatarlo, en la cual de manera consiliente convergían los expertos de la NASA, aliados, gobierno, ciudadanos y un equipo espacial que se encontraba en otra misión. Con tan pocos recursos en marte, logró hacer agua, cultivar en control de ambiente con abono orgánico hecho por él mismo, y mantenerse alimentado por meses; e incluso busco un equipo enterrado de la NASA en misiones anteriores para comunicarse. Todas estas acciones aunadas a los múltiples esfuerzos de los expertos de la NASA, gobierno, aliados, fueron determinantes para salvarlo y regresar a la tierra.
Ahora bien, el gobierno venezolano desarrolló diversos programas sociales que los denominó “Misiones” con el objetivo de mejorar la calidad de vida de los venezolanos en las áreas de salud, deporte, cultura, nutrición, educación, vivienda, protección al consumidor, defensa de la frontera, seguridad social (pensiones), madres solteras, seguridad. En tal sentido, ni los grupos que se le oponen al gobierno políticamente dejaron de reconocer lo asertivo de esos programas, aunque muchos de ellos solo han quedado en el nombre. Pero, en la presente crisis sería beneficioso crear una Macro Misión de nombre “Misión Rescate Venezuela”, usando como analogía que el astronauta varado en el planeta Marte es Venezuela, y todos los equipos humanos en tierra del gobierno, oposición, sectores independientes, universidades, partidos políticos, empresarios, gremios profesionales, bancos, compañías de seguros, centro de investigación, organismos no gubernamentales, condominios, consejos comunales, fuerzas armadas, cuerpos de seguridad, productores agrícolas, pecuarios, piscícolas, líderes políticos, gobernadores, alcaldes, ministros, diputados, concejales, científicos, todos los ciudadanos sin importar sus ideologías, se unan para salvar a Venezuela, sin duda la Misión sería un éxito.
No tiene sentido que no se trabaje unido por mejorar la calidad de vida de los venezolanos, que según datos suministrados por la encuestadora internacional “NUMBEO”, Venezuela se encuentra de ultimo en el rating de países de américa sobre calidad de vida, ocupando los tres primeros lugares en el mundo: Suiza, Dinamarca y Alemania. La diatriba política lo único que ha logrado es retroceder, las elecciones parlamentarias del próximo 6 de diciembre de 2015 proyectan un voto castigo del elector en contra de los candidatos del gobierno nacional, razón suficiente para tomar las decisiones económicas de inmediato, y evitar que se le acabe el oxígeno a Venezuela. Mientras más se tarden en hacerlo, las probabilidades de tener éxito disminuyen. El presidente Maduro al anunciar el aumento del salario mínimo reconoció que la inflación estaba alta, si el gobierno es quien debe tomar las decisiones y tiene conocimiento de que la situación del país se encuentra insostenible, ¿qué le impide tomar los correctivos?, con los escenarios electorales como se encuentran, solo la maquinaria, movilizadores del PSUV y el Polo Patriótico, un anuncio económico sin precedentes podrían revertir los resultados que el 100% de las encuestas reflejan.
No es estratégico para el gobierno seguir vendiendo un clima de paralización y retroceso, el gobierno está pasando por su peor momento, pero tiene todo en sus manos para revertir los errores y empezar a ser asertivos. Lee Lacocca dijo, “Incluso una decisión correcta es incorrecta cuando se toma demasiado tarde”. Tener poder y no tener autoridad es como tener un carro sin motor.
DC / S.H. Jesús Castillo Molleda / Profesor Universitario, Politólogo, Coach Político, Locutor / jcastillo@fundacionzuliaproductivo.com / @castillomolleda