Una campaña antiaborto que compara la interrupción voluntaria del embarazo con los crímenes cometidos durante la dictadura de Augusto Pinochet causó polémica en Chile y desató una oleada de críticas por parte de organizaciones de derechos humanos y del Gobierno de la presidenta Michelle Bachelet.
La gigantografía que desató la controversia utiliza una imagen en la que aparecen presos políticos en el Estadio Nacional de Santiago tras el golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973, un recinto que por algunas semanas funcionó como centro de detención y tortura.
La imagen, que está acompañada de la frase “ABORTO es tortura, muerte y desaparición”, está instalada en unas vallas publicitarias ubicadas en la carretera que une la ciudad de Valparaíso con la capital chilena.
“Me parece una campaña aberrante que remueve el dolor de las víctimas de la dictadura de Augusto Pinochet”, dijo hoy a Efe la directora del Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) de Chile, Lorena Fries.
La líder del INDH acusó a la organización provida encargada de la campaña de hacer una comparación “tramposa” y “llena de despropósitos”.
La responsable de la campaña es la organización Informaborto, contraria al proyecto de ley de despenalización de la interrupción del embarazo en tres causales que actualmente está siendo discutido por el Congreso de Chile.
Por su parte, el portavoz del Ejecutivo, Marcelo Díaz, dijo a los medios que la comparación del proyecto que despenaliza el aborto con la tortura y las violaciones a los derechos humanos le parecía “monstruosa”.
El vocero de Informaborto, Francisco Subercaseaux, justificó el uso de las imágenes y explicó que la campaña tiene el objetivo de concienciar a la gente sobre la necesidad de defender los derechos humanos.
“Nuestros carteles denuncian una realidad incontestable: un niño abortado es un ser humano que ha sido torturado hasta la muerte. Un niño abortado en nada se diferencia de una personas detenida, torturada y desaparecida. Eso expresan nuestras gigantografías”, explicó Subercaseaux en declaraciones a Radio Bio Bio.
En cuanto a la comparación entre un hecho y el otro, el representante del grupo provida señaló que todos los chilenos tienen recuerdos de las atrocidades que se cometieron en Chile años atrás.
“Esas imágenes del Estadio Nacional están en el inconsciente colectivo chileno, y hoy no queremos que se repitan hechos similares, con un niño en gestación, al que hoy se propone torturar, matar y hacer desaparecer”, agregó.
El fotógrafo chileno Marcelo Montecino, autor de la imagen del Estadio Nacional, está estudiando presentar una demanda pues, según declaró al semanario The Clinic, nadie le pidió autorización para utilizar la fotografía.
“Es grotesco que hayan tratado de hacer tal comparación. Simplemente no me cabe en la cabeza que alguien pueda haber pensado en esos términos”, explicó el fotógrafo.
Montecino, quien cuenta con una larga trayectoria como fotógrafo de procesos sociales y políticos latinoamericanos, regresó el viernes pasado de Estados Unidos para radicarse nuevamente en el país austral.
Ese mismo día se enteró de que su instantánea había sido usada sin previa autorización por la organización.
“Para mí el Estadio Nacional fue un shock y que después ocupen una de mis fotos en esta campaña es grotesco. No sé qué se le ocurre a esta gente”, sostuvo.