Una raqueta, una pelota y ropa cómoda es lo único que necesitas para comenzar a jugar. Puedes practicar en las canchas de tu edificio, universidad o club favorito, así como en una zona despejada si solo vas a hacer frontón.
A continuación te presentamos tres razones para incluir el tenis como parte de tu rutina:
Por un buen corazón. Está comprobado por diversos estudios médicos que la práctica del tenis ofrece 50% de reducción en el desarrollo de las enfermedades del corazón. Hacer este deporte regularmente baja la presión sanguínea. Además, uno de sus más grandes ventajas es que mejora la capacidad cardiovascular.
Para ser más atlética. Permite tener una mejor coordinación motriz. Estabiliza el balance dinámico del cuerpo. Aumenta la densidad y la fuerza en los huesos y previene la osteoporosis. Aumenta la agilidad y la velocidad. Incrementa la capacidad aeróbica. Fortalece los músculos. Desarrolla facultades como la resistencia y la flexibilidad. Y lo más genial de todo es que quema un montón de calorías.
Por una mente bajo control. Desarrolla la disciplina. Representa un reto, para quienes la practican, el aprender nuevas técnicas y perfeccionar las habilidades adquiridas. Funciona para liberar el estrés: piénsalo, puedes desquitarte contra esa pequeña pelota. Aumenta el espíritu competitivo y ayuda a tener un mayor dominio en momentos de presión.
Si necesitas inspiración, recuerda a jugadoras como la hispano-venezolana Garbiñe Muguruza, Maria Sharapova o las ya consagradas de este deporte como Serena Williams o Steffi Graf.
DC/Eme de Mujer