En octubre de 2014, Renée Zellweger sorprendió al mundo al reaparecer públicamente en una gala en Los Ángeles con un evidente cambio de rostro, que terminó siendo un tema obligado en los medios de comunicación.
Un año después, la actriz volvió a aparecer, en medio del rodaje de la tercera entrega de Bridget Jones, pero con una nueva imagen, la que nuevamente llamó la atención, ya que dejó en claro que el bisturí no pasó por su cara, como se creía —al igual que Uma Thurman en su momento—.
Zellweger apareció este fin de semana, junto a Reese Witherspoon y Courtney Cox, en una caminata solidaria para apoyar la lucha contra la ELA (ALS en inglés, la enfermedad que se popularizó con el #IceBucketChallenge), con sus características mejillas, pese aparece mucho más flaca en las filtraciones de las imágenes de la nueva entrega de Bridget Jones.
De esta forma, Zellweger confirmó lo que muchos no creían: no pasó por el quirófano, sino que tiene una vida «más plena» y mucho más saludable.
Cabe recordar que para el papel de Bridget Jones en las dos primeras entregas, la actriz pasó por varias transformaciones, ya que el papel pedía que estuviera pasada de su peso normal.
DC/GDA