A veces tenemos tantas cosas en la oficina que sentimos que el tiempo no nos da abasto y hay que quedarse después de la hora de salida. Para evitar esta situación, lo mejor es la organización.
Si planeas bien tu día en el trabajo y dejas de lado las distracciones, sacarás el máximo provecho del tiempo y estarás menos estresada. Estos consejos pueden ayudarte a lograrlo.
1. Prioriza lo que tienes que hacer
Si tienes demasiado trabajo durante el día, comienza por hacer las cosas urgentes como trabajos que tu jefe necesita lo antes posible, tareas con una fecha de entrega límite cercana o informes necesarios para que otros compañeros también puedan terminar lo que están haciendo. Establece un orden de trabajo para que seas más eficiente.
2. No te enfoques en los correos
Según el puesto en el que te desempeñes, es probable que vivas bajo una constante avalancha de correos electrónicos que pueden distraerte mientras trabajas. Estipula una hora del día para responder correos no urgentes, ya sea apenas llegas al trabajo o cuando tienes pocas cosas por hacer.
3. Deja el teléfono a un lado
Así como los correos te pueden volver loca, las llamadas telefónicas tienen el mismo efecto. Si se trata de un tema que no puede esperar debes contestar el teléfono pero si no es así mejor deja que entre el correo de voz o que la recepcionista, en caso tu empresa tenga una, tome el recado. Una vez que te liberas, devuelve las llamadas o escuchas tu buzón.
4. Organiza tus descansos
Aunque tengas mil cosas que hacer nunca es bueno que estés ocho horas sentada frente a la computadora sin tomarte un receso para despejar la mente. Lo que debes hacer es establecer horas en las que irás por un café o para conversar con alguna compañera de trabajo sobre algún tema distinto al laboral. Recuerda de no abusar del tiempo que pasas fuera pues te retrasará al momento de terminar tus tareas.
5. Adelanta trabajo
Si un día tienes un poco de tiempo libre aprovéchalo y avanza otras cosas que sabes que tendrás que entregar días después. No solo te alivianará la carga de trabajo posterior sino que tendrás tiempo de revisarlo y editarlo después para que entregarlo de la mejor manera.
6. No llenes tu agenda de cosas por hacer
No es bueno que tengas el día repleto de tareas por realizar pues todo se retrasará si ocurre algún imprevisto o recibes un trabajo urgente que debes hacer en el momento. Siempre deja un par de horas libres por si ocurre alguna emergencia y, si no pasa nada, continúa trabajando con normalidad.
DC|EM