Habitantes de caseríos situados en la vía a Carora, municipio Torres del estado Lara, protestaron ayer cerrando la autopista centroccidental Lara-Zulia, desde las 5:30 hasta las 10:00 de la mañana, por la falta de agua potable, un problema que ya lleva tres años sin que las autoridades competentes lo solucionen de manera definitiva.
Efectivos de la Guardia Nacional (GN) y la Policía Nacional Bolivariana (PNB) custodiaron la acción vecinal, mientras los manifestantes quemaban cauchos y, con pancartas en mano, voceaban consignas exigiendo una solución definitiva al problema. El colapso vehicular no se hizo esperar, generándose largas colas en ambos sentidos de la vía.
A la altura de Turturia se concentraron residentes de 43 caseríos para hacer sentir su malestar, ya que cada semana deben pagar camiones cisterna que les suministren el vital líquido, una inversión que afecta significativamente su presupuesto familiar, porque el precio por unidad varía entre seis mil y 13 mil bolívares, dependiendo del sector.
Su solicitud es la reparación de la bomba dañada hace tres años o que las autoridades instalen una nueva en la represa de Atarigua, y que, además, les arreglen el llenadero.
Ángela Torres, habitante de Pozo Guapo, comentó que esperaron durante tres años que la alcaldía, gobernación o cualquier otro ente público dieran respuesta y se normalizara el suministro de agua potable en la zona, sin embargo, esto no ocurrió y por ello decidieron trancar la autopista a la espera de que algún funcionario haga las gestiones necesarias para tal fin.
«El acueducto no surte porque se quemó el motor de la bomba”, explicó Gabriel Rodríguez, quien también vive en Pozo Guapo. «Lo mejor sería que colocaran una bomba nueva. El alcalde tiene conocimiento de la situación, igualmente los concejales, lo que pasa es que los gobernantes nos tienen abandonados a los del campo”, recalcó.
Dijo que no entiende por qué nadie ayuda a los caseríos de Torres. «Aquí es puro engaño, pura política”, apuntó Rodríguez. «Nosotros nos abastecemos de agua cuando llueve, por los pocitos que tenemos, pero ahora que estamos en verano no cae ni una gota. Hace un año que no llueve”, acotó.
Al intervenir, Francisco Aranguren, de La Mariposa, indicó que la escasez de agua se agudizó cuando algunos vecinos de Atarigua derribaron la estructura principal del llenadero, con la excusa de que al cargar los camiones allí, les bajaba la presión en sus hogares. «Uno dijo: ¡Qué se mueran esos campesinos de sed y sus animales! Eso está denunciado en fiscalía”, relató.
Varias personas que habitan en los caseríos afectados se han visto obligadas a vender sus animales de cría para poder comprar el agua de los camiones cisterna. «Somos gente pacífica y la prueba es que duramos más de tres años esperando, fuimos muy considerados. Ahora creemos que ya basta”, puntualizó una manifestante.
Hace aproximadamente un año, las comunidades lograron la asignación de unos recursos por el orden de un millón de bolívares para reparar la bomba. Un técnico se encargó del trabajo, no obstante, a los pocos minutos de haberla encendido se volvió a dañar y no reconoció garantía ni devolvió el dinero.
DC|IMP