Tres efectivos de seguridad murieron hoy en un ataque perpetrado por supuestos yihadistas en una región del oeste de Burkina Faso, próxima a la frontera con Mali, donde se registraron frecuentes ataques de grupos extremistas, informaron fuentes militares.
En el ataque resultaron gravemente heridos dos civiles y también perdió la vida uno de los 50 hombres armados que asaltaron esta mañana la sede de la Policía de Samoroguan, situada a 50 kilómetros de la frontera con Mali.
Según un comunicado del Ejército de Burkina Faso, los atacantes procedían de la parte oeste del país.
Dos civiles también sufrieron heridas graves tras el ataque y fueron trasladados al hospital local.
Aunque hasta ahora Burkina Faso no había sido objetivo de los grupos extremistas que operan en la franja del Sahel, un policía murió en otro ataque, en septiembre, en el norte del país a manos de supuestos yihadistas, que afirmaron estar «buscando a cristianos».
Un contingente de 300 soldados de Francia y Estados Unidos fue desplegado en Burkina Faso para luchar contra la amenaza yihadista en Sahel.
El 16 de septiembre, el Consejo de Ministros de Burkina Faso fue interrumpido por un grupo de militares que, tras llevarse detenidos al presidente y al primer ministro, declararon el fin del gobierno de transición y nombraron a Diendéré nuevo líder de la transición.
Tras unos días de confusión, el Ejército decidió apoyar al régimen democrático y trasladó todas sus tropas a Uagadugú, la capital, con el objetivo de desarmar a los golpistas.
La presión del Ejército y las intensas negociaciones de países como Senegal y Benin, respaldados por Estados Unidos y Francia, consiguieron que los golpistas renunciaran a su intención de retener el poder hasta las elecciones y accedieran a restaurar el gobierno civil.
EFE