Precisamente, eso fue lo que le sucedió a un bebé en Plymouth, Reino Unido, que nació tres meses antes de lo que se esperaba y logró sobrevivir gracias a una bolsa de plástico.
Pixie Griffiths-Grant nació, por cesárea, a las 28 semanas, con apenas medio kilo de peso.
Cuando llegó al mundo, la temperatura de su cuerpo era muy baja y los médicos decidieron utilizar una improvisada «incubadora» para elevar su temperatura: una bolsa de plástico.
«¡Bendita bolsa! Actuó como un invernadero», le contó a BBC la madre de la criatura, Sharon Grant.
Grant fue trasladada al hospital Derriford para el nacimiento, después de que descubrieran que Pixie no seguía creciendo dentro de ella.
«Los médicos dijeron que, si nacía, no viviría más de una hora».
DC/BBC