Los parlantes están a un volumen alto y los detalles en la grabación se revelan, en especial la imagen estéreo, (una especie de ilusión acústica) extremadamente nítida con instrumentos claramente definidos, como si vinieran de distintas partes del «escenario».
Los violines y las flautas se propagan hacia izquierda, el bajo se percibe en el fondo y un poco hacia la derecha, mientras que el propio Morrison, poniéndole ritmo a su guitarra, se proyecta directamente desde el centro.
Bowers & Wilkins, la compañía que fabrica estos parlantes Diamond 802 , tiene una línea aún más cara como, por ejemplo, el excéntrico modelo en forma de concha de mar «Nautilus», que se vende a US$92.100.
Varias compañías producen altavoces de precios estratosféricos. Por ejemplo las unidades Magico M Project de US$200.000 o el sistema de la era espacial Ultímate de la firma Transmission Audio que valen US$1,5 millones.
DC/BBC