Sobre la cancha del estadio Santiago Bernabeu, los dos equipos más representativos del fútbol español chocarán por vez primera en la temporada de la Liga Española.
El encuentro, desde el plano deportivo, tiene ribetes de espectacularidad, cimentada en el retorno del astro argentino Lionel Messi a la alineación culé, y por supuesto, la cima del torneo como recompensa para el ganador.
Algunas diferencias, sin embargo, distancian el de hoy de otros clásicos españoles: un despliegue de seguridad impresionante, y el careo entre los técnicos, más que el de los jugadores.
Más de 2 mil 500 efectivos velarán por la seguridad del partido; entre ellos mil 200 agentes de la Policía Española, seis veces más que en un encuentro de estas características.
Esto, tras lo sucedido en París, cuyas secuelas aún se sienten, y cada vez ensombrecen más el ambiente.
Y distinto a otros eventos, los técnicos Rafa Benítez del Madrid y Luis Enrique de Barcelona se han encargado de calentar el partido, una tarea antes reservada a los jugadores.
‘El Madrid no es superior a nosotros’, sentenció Enrique, aunque reconociendo que su rival puede hacerles pasar un mal rato ‘si no salimos con los cinco sentidos puestos en la cancha’.
Benítez, por su lado, ratificó que los suyos llegan ‘con mucha confianza y pasión’ en busca del resultado y los tres puntos para cimentar su liderazgo.