Es inevitable que los signos de la edad dejen huella en la piel a partir de los 30 años y es por eso que, a partir de esta edad es muy importante que el cuidado se convierta en una rutina, ya que la piel comienza a disminuir su producción lipídica.
Según Carmen Torres, farmacéutica en Madrid especializada en Dermocosmética y autora del blog Farmalista, en esta década fértil “es muy importante la protección solar”. El uso habitual de anticonceptivos en esta edad hace necesario extremar las precauciones con los rayos solares, dado que esta píldora “aumenta la sensibilidad al sol, por lo que se debe utilizar protección solar todo el año para evitar el cloasma”, afirma la especialista. Asimismo, es común que a los 30 años las mujeres estén embarazadas, lo que exige también, una protección solar extra que evite que “las hormonas dejen la piel tatuada con manchas solares”, advierte.
Además, tanto el uso de anticonceptivos como estar embarazada, hacen que resulte más difícil evitar y minimizar la aparición de celulitis. Torres aconseja las medias de compresión y un masaje diario con una crema anticelulítica después de la ducha en las zonas afectadas. Así se activará el drenaje linfático que es el causante la piel de naranja.
Hidratación y alimentación, claves
Como a cualquier edad, es imprescindible una buena alimentación, hidratación y protección solar, pero además, es importante añadir una rutina diaria adaptada a cada tipo de piel. Más que productos claves, la especialista recomienda principios activos que son necesarios para el cuidado adecuado de la piel: “ácido hialurónico de bajo peso molecular para mantener la piel hidratada y factores de crecimiento epidérmico para asegurar la renovación celular”.
Los suplementos nutricionales también pueden ser un gran aliado para la piel castigada por el tiempo. Los complementos ricos en ácido omega 3 y antioxidantes tienen “un efecto beneficioso para piel, mejorando el estado de las membranas celulares y eliminando los radicales libres”, sostiene Torres.
Además de la utilización de cremas y diversos productos destinados al cuidado dérmico en este periodo, según la especialista, el descanso de calidad, la dieta saludable, mucha hidratación y evitar el sedentarismo son “clave para rostro, cuerpo y mente”.