El camino se va volviendo más adverso para la Selección Colombia. Primero, sorteó con fortuna el debut contra Perú, y venció, y celebró, y cogió impulso. Luego, tropezó con estrépito frente a Uruguay, y perdió, y sufrió, y dejó la amarga sensación de un retroceso.
Ahora, como si se tratara de una peligrosa pendiente rumbo a Rusia 2018, sigue Chile, la encopetada selección del momento, la quinta de la clasificación Fifa, la actual campeona de la Copa América. Qué mejor rival para que Colombia se sacuda, recupere las fuerzas, la memoria, el orgullo y el fútbol. Para que retome su ruta con optimismo.
El de este jueves es un partido vital. No definitivo, pero sí muy importante. Además, cuando Colombia y Chile se enfrentan suelen dejar batallas memorables, épicas, dignas del recuerdo, como el empate 3-3 en Barranquilla del 2013, que significó el cupo colombiano al Mundial de Brasil 2014, o como el triunfazo 1-3 en Santiago, en la eliminatoria, en el 2012. Esos dos últimos antecedentes motivan al equipo para enderezar el camino contra un rival de presente imponente.
“La Selección siempre ha dado la cara en momentos difíciles. No hicimos una gran presentación contra Uruguay, pero ante Perú sacamos los tres puntos. Estas eliminatorias son las más difíciles para clasificar a un mundial, y estamos con la mentalidad puesta en el juego ante Chile”, dijo el atacante Carlos Bacca, con confianza, con el evidente deseo de salir victorioso de Chile.
Pero aunque Santiago no es una plaza inexpugnable, sí es adversa. En Chile, Colombia ya vivió el karma de una Copa América para el olvido. Además, Chile, en su casa, es muy fuerte, no solo ganó su Copa, también venció en el arranque de la eliminatoria a Brasil, y lo hizo 2-0. Luego fue y venció a Perú 3-4, en Lima, y por eso suma seis puntos de seis en la tabla. Tiene el favoritismo y un equipo consolidado, potente, con mucho gol, con un ataque poderoso. Es un rival de máximo cuidado para Colombia.
“Sin duda, es el momento de sacar la jerarquía que tenemos –dijo el volante Fredy Guarín, último capitán del equipo–. Vamos a enfrentar a un Chile con poder; los conocemos y va a ser importante nuestra determinación, ser agresivos, ser mentalmente fuertes, y apretar en todos los momentos del partido”.
David Ospina, quien se ha recuperado de una lesión de hombro que le impidió actuar en las últimas fechas con su club, el Arsenal inglés, conoce ese poderío chileno, incluso es compañero de equipo del atacante chileno Alexis Sánchez, pero mantiene toda la confianza y la certeza de que es posible enderezar este jueves el camino con un buen resultado. Acepta el desafío. “Colombia se ha acostumbrado a salir a proponer su juego en todas las plazas, y acá no será la excepción. Se quiere hacer un buen trabajo. Venimos a sacar nuestro resultado positivo”, dijo.
Es el optimismo que intentan irradiar todos los jugadores, que se arman de motivos para convencerse de que en Santiago es posible irrumpir en ese mítico estadio Nacional y lograr una proeza, como hace tres años.
“Hay que tener tranquilidad y ambición –dijo Teófilo Gutiérrez, quien llegó a la concentración con un leve golpe y espera poder actuar este jueves–. Es un partido difícil, pero lo podemos resolver como equipo. Hemos recuperado varios jugadores y se les hará muy difícil a los rivales que nos vayan a enfrentar. Si estamos fuertes, vamos a poder ganar”.
James, grato regreso
La mejor noticia para Colombia, en medio de las últimas adversidades –las lesiones, las ausencias, la renuncia del presidente de la Federación, Luis Bedoya–, es tener de vuelta a James Rodríguez, una ventaja que debe preocupar a Chile, como lo confesó el técnico Jorge Sampaoli, y que motiva a José Pékerman.
Bien lo dijo este miércoles el entrenador en la rueda de prensa: “Con James, todo es distinto, con James es otra Colombia”, y cuando lo dijo, Pékerman dibujó una sonrisa de picardía, de emoción, le brilló el rostro, como con la certeza de que con el regreso del ‘10’ del Real Madrid es a otro precio. Y eso que James duró casi dos meses sin jugar.
“Con James en buenas condiciones tenemos la posibilidad de tener mucha variantes. Él, así como Alexis Sánchez, tiene talento, remate, pasegol, decide una jugada distinta en cada momento. Eso me da tranquilidad”, dijo Pékerman.
Aunque James no tuvo una buena Copa América, sin duda fue el gran ausente de los primeros partidos de la eliminatoria. El domingo jugó con el Real Madrid sus primeros minutos desde su lesión, y de entrada anotó un golazo en la derrota 3-2 contra Sevilla. Fue la innecesaria carta de presentación para regresar a la Selección, ya que todos avalan su importancia. Como dice Pékerman, con James es otro cuento.
Realidades opuestas
Mientras los jugadores colombianos salían cabizbajos del estadio Centenario, tras ser goleados por Uruguay, los chilenos sacaban más el pecho, con su triunfo en Lima: eso fue en la jornada anterior de la eliminatoria y desencadenó una abrumadora crítica al equipo de Pékerman y más elogios para los dirigidos por Sampaoli.
Hoy, Chile está pletórico. Tiene un sistema de juego consolidado y muy versátil, capaz de modificar sus líneas, su planteamiento, en pleno partido, de acuerdo con el rival. En cambio es evidente que Colombia no llega a esta batalla en su mejor momento. No solo por el golpe en Montevideo, sino por las ausencias obligadas, como la de Falcao García –suplente del Chelsea y ahora lesionado–, Juan Guillermo Cuadrado, que está suspendido, o los inactivos Pablo Armero, Camilo Zúñiga y Abel Aguilar, que no cogen ritmo.
Colombia, además, es una selección en renovación. Ha ido cambiando de nombres, tiene mucha juventud –el promedio de edad más bajo de la eliminatoria– y busca volver a consolidar un equipo con memoria, con ideas.
Pékerman fue franco este miércoles, anunció que esta nueva Colombia tardará en encontrar la madurez como para volver a jugar al máximo nivel: implícitamente, pidió paciencia. Sin embargo, en la Selección reina la idea de que a Chile se lo puede irrespetar; también tiene falencias y se le puede sacar un buen resultado.
“Chile es una selección que deja espacios en la parte de atrás y hay que aprovechar eso, hay que hacerles daño. Debemos ser eficaces, pues algo que tienen ellos es que sí lo son. Si queremos llevarnos los tres puntos, tenemos que concretar”, dijo Macnelly Torres, uno de los que esperan la oportunidad de jugar.
Llegó la hora cero. La Selección Colombia saldrá al estadio Nacional a dar una batalla que no puede, que no debe perder. Necesita levantar la cabeza en un partido de máximo riesgo.
DC/ET