A pesar de que algunos profesionales tienen sus desacuerdos respecto a esta teoría, existe un planteamiento que explica que si aprendes a controlar tu ritmo cardíaco, podrás conseguir de manera más efectiva y rápida tus objetivos de pérdida de peso. Todo esto al entrar al “Fat-Burning Zone” o “Zona Quema-Grasa”, que por cierto, es diferente para cada persona pues depende de muchos factores como metabolismo, resistencia y naturaleza del cuerpo.
Para hacer tus entrenamientos más efectivos no es necesario matarte todos los días en el gimnasio o exigirte al máximo cada vez que entrenes, la zona ideal para entrenar, de hecho, se encuentra muy por debajo del límite de las personas. El truco está es en saber mantenerla durante el entrenamiento. Encontrar este punto es muy sencillo, aquí está lo que debes saber sobre tu ritmo cardíaco:
➲ Saca el cálculo de tu máximo ritmo cardíaco (La fórmula es 220 – tu edad) y tu rango porcentual de quemado de grasa (entre 60 % y 70 % de tu máximo ritmo cardíaco).
➲ Utiliza alguna aplicación fitness que te ayude a calcular tus 5 zonas de ritmo cardíaco ¡Existen muchas!
➲ Complementa esta información al realizarte una prueba de resistencia y guíate por los resultados que arroje el estudio.
Una vez averigües el punto exacto en el que la magia ocurre, todo lo que debes hacer es enfocarte en mantener ese ritmo cardíaco al entrenar y en encontrar una serie de ejercicios o disciplina que te permita optimizar los resultados. Esta es una estrategia que pueden aplicar tanto aquellas personas que se inician en el mundo deportivo, como las expertas y aquellos que disfrutan de entrenamientos combinados o sencillos y los que les apasiona una disciplina como el running ¡Prueba incluirlo en tu rutina!
DC/EstiloTú