El sistema de la caja, el pestillo y las guardas de acero se ha mantenido casi intacto durante décadas, y su robustez sigue siendo sinónimo de seguridad en cualquier cerradura. Pero la tradicional llave, a la que se le saca un duplicado fácilmente en la cerrajería de la esquina, está siendo reemplazada poco a poco por su huella, un código numérico, una tarjeta, un sticker que puede adherirse a cualquier superficie o incluso su teléfono móvil.
Sí, la era digital ha llegado a las puertas de los hogares colombianos y ahora puede encontrar en el mercado sistemas de última tecnología a precios asequibles. Las cerraduras electrónicas comenzaron a llegar al país en el 2007. “Se usaron inicialmente para empresas e instituciones porque la gente tenía desconfianza de cambiar el sistema mecánico de toda la vida de sus casas por algo que tenía una apariencia tan delicada”, asegura Óscar Medina, gerente de ventas de Yale.
Hasta ahora se está perdiendo el miedo y las familias comienzan a descubrir los beneficios de los modelos digitales. “Puede programar varios usuarios con distintos código para que puedan ingresar a su casa y los puede desactivar cuando quiera”, explica Óscar Hernández, director comercial de Knocking Locks. La mayoría de sistemas utilizan baterías doble A y una alarma que se activa cuando están a punto de descargarse, así que no dejan de funcionar si se va luz, y no hay que conectarlas a una toma. Muchos cuentan con llaves de emergencia codificadas que se usan en caso de que la batería se agote y serán casi imposibles de duplicar.
Otras opciones que llegan recientemente al país son las cerraduras que se controlan por medio del celular, como parte de sistemas de automatización del hogar. “La idea es que, incluso si está en otro país, desde su celular conectado a una red wifi, pueda abrir o cerrar la puerta principal de la casa, saber si alguien entró e incluso ver a esa persona en video o foto”, explica Felipe Vélez, gerente de Sodimac.
Sus precios oscilan entre los 500.000 pesos, con los que podrá conseguir una de las cerraduras más sencillas con un teclado de botones convencional y posibilidad de ingresar hasta 10 usuarios diferentes, hasta la más cara de 2 millones y medio que cuenta con todas las modalidades de acceso mencionadas anteriormente y por lo menos 3 o 4 pasadores.
Seguridad en complementos
Algunos accesorios pueden darle un mayor control de ingreso. Una de las innovaciones más interesantes es el ojo mágico o visor digital que viene integrado con una tarjeta de memoria que le permite visualizar fácilmente quién está del otro lado de la puerta. “Tiene un timbre integrado y si alguien va a su casa mientras usted no está y presiona ese timbre, el aparato le toma una foto automáticamente”, explica el gerente de Knocking Locks. Tenga en cuenta la garantía de los productos y asegúrese que quien instale el sistema en su casa sea experto en cerraduras digitales. “Si la cerradura se daña por una mala instalación la garantía no aplicará”, advierte Hernández.
Control desde la distancia
Dentro de las tendencias en domótica –sistemas que sirven para hacer una automatización inteligente de los electrodomésticos del hogar– se incluye la posibilidad de controlar la cerradura de la puerta principal. “Las personas tienen que comprar una caja que es el cerebro del sistema y que les va permitir ir agregando diferentes dispositivos para controlarlos a través de la red wifi”, explica Felipe Vélez, gerente comercial de Sodimac.
Ozom es uno de los sistemas que llegó recientemente al país y permite descargar una aplicación e instalar una cerradura especial para abrir o cerrar la chapa desde su móvil. Puede adicionarle una sensor de movimiento que enviará notificaciones a su celular cada vez que la puerta se abra.
Instalación sin perforaciones
Las marcas fabricantes de estas cerraduras más reconocidas y que pueden conseguirse en el país son Yale, Samsung y Epic. Dentro de sus modelos, Yale cuenta con una cerradura especial para puertas de vidrio. “La cerradura y el soporte cuentan con adhesivos que se pegan a la superficie del vidrio y se ajustan con pequeños tornillos sin necesidad de perforar”, explica Laura Hortúa, de Yale.
También cuenta con alarma contra incendios y tiene acceso con tarjeta y código numérico.