Los elefantes son utilizados para fabricar uno de los cafés más caros de todo el mundo. Se trata de una exótica variedad llamada Ivory y atraviesa por un extraño proceso: los paquidermos deben comerlos y después trabajadores tailandeses los recuperan de sus heces.
Esto se debe a una reacción química que generan los paquidermos en sus estómagos que hacen que el Ivory tenga un sabor único ya que le quita la amargura.
“Cuando un elefante come café, el ácido de su estómago quiebra una proteína que es clave en su amargura”, explicó Blake Dinkin, un canadiense de 42 años que gastó US$300 mil para desarrollar la nueva variedad. “Uno termina tomando un café muy suave sin la clásica amargura del café común”.
DC/DI