Hay inventos e inventores que bien valen un doodle, pero, más allá de este juguete visual y anecdótico con el que nos busca sorprender Google casi cada día, hay inventos e inventores que bien valen un monumento. Es el caso del saxofón y su creador, Adolphe Sax, que protagonizan el último doodle de Google y además están representados desde hace años a través de una estatua de bronce en la localidad belga de Dinant, a algo más de 100 kilómetros al sur de Bruselas. Allí, a orillas del río Mosa, Sax, uno de los luthieres más famosos de la historia, fabricó el saxofón en 1840 cuando buscaba mejorar el sonido del clarinete, instrumento que había estudiado y solía tocar en el Conservatorio Real de Bruselas.
El nombre de saxofón viene de su nombre, Sax, y de fono, que significa sonido. Sería algo así como el “sonido de Sax”. Un sonido que tenía el carácter del clarinete, aunque era más afilado, pero que podía aproximarse a la intensidad que se alcanzaba con un instrumento de cuerda. Con el saxofón, Sax, que también inventó con menos fortuna una especie de trompa con forma de saxo, halló un lugar de encuentro para sonoridades dispares y, con el tiempo, dio con el instrumento ideal para el jazz. Porque el saxofón, “un instrumento de cobre y en forma de cono parabólico” como lo describió el propio Sax, es puro jazz: posee la fuerza expresiva de la trompeta y la agilidad del clarinete.