A James le entregaron en la noche del miércoles el premio GQ al deportista del año. El jugador colombiano del Real Madrid recogió el galardón de las manos de Jorge Mendes. Se marchó sólo cuando le preguntaron por Karim Benzema, imputado por presunta complicidad en el escándalo del chantaje sexual a Valbuena.
El colombiano -lesionado en los últimos dos meses por una rotura en el muslo y sucesiva recaída- regresó a los entrenamientos con el grupo la semana pasada y el pasado lunes volvió a ser convocado. Pero no tuvo minutos contra el PSG en Liga de Campeones. Podría tenerlos el domingo en el Sánchez Pizjuán contra el Sevilla. Si por James fuera, hace tiempo ya que los habrá tenido. “Estoy bien, hace más de 15 días que estoy bien y apto para todo”, declaró.
El colombiano se lesionó con su selección a principios de septiembre. Recayó antes del derbi del Calderón y antes del segundo parón por los compromisos internacionales. La semana que viene habrá un tercero. Colombia juega contra Chile y Argentina. Rafa Benítez sabe que no puede hacer nada y que el jugador está obligado a atender la llamada dePekerman. Pero sí ha dejado claro más de una vez que lo que quiere es que James marque goles con el Madrid y con Colombia, pero que para hacerlo tendrá que estar recuperado.
“Entiendo que los madridistas no quieren que vaya con Colombia, pero deben entender que no lo puedo evitar. Disfruto aquí y allí del fútbol”, contestó cuando le preguntaron por la selección y los miedos de la afición del Madrid a que vuelva a lesionarse.
DC|EP