Es una fruta muy jugosa y refrescante e ideal para la estación en la cual madura, que es el verano, ayuda a combatir la sed, a quitar el mal gusto de la boca y a eliminar mucosidades.
Es depurativa y antioxidante además de aportar una cantidad considerable de vitaminas A, C, E, potasio, magnesio y otras sales minerales.
Es ideal para dietas hipocalóricas ya que aporta muy pocas calorías (32 calorías cada 100gramos).
Su aporte graso es mínimo al igual que su aporte en fibra. Posee otra condición interesante y es su fácil asimilación, al ser digerida sin dificultad por el organismo.
La vitamina A que aporta la sandía es cuatro veces más que la naranja.
El aporte de calcio y hierro si bien no es alto tampoco es despreciable y por todos sus aportes es una fruta aconsejable de consumir durante las etapas de crecimiento y desarrollo. Es también útil para prevenir enfermedades infecciosas.
Aconsejable para quienes padecen de gota, artritis, reuma y ciática por ser su jugo mineralizaste que ayuda a eliminar los ácidos acumulados en el organismo limpiando la sangre y los tejidos de impurezas.
Puede ser ingerida (con moderación) por pacientes diabéticos. También para hipertensos y obesos.
Es buena para las madres que están amamantando puesto que fluidifica la leche haciéndola de más fácil digestión durante la lactancia del bebe.
Al ser pobre en aportes calóricos y de bajo contenido en hidratos de carbono la hacen apta para dietas hipocalóricas
Tiene una acción ligeramente laxante al tener fibras en cantidades considerables. En caso de constipación intestinal mejora y acelera el tránsito intestinal. No aconsejándose a aquellas personas que sufren de diarrea o problemas intestinales.
DC/BN