Luego de la petición de las Farc para que luego de firmar la paz les otorguen por dos periodos curules directas en el Congreso, hay quienes consideran que esto llevaría a errores del pasado.
La senadora Claudia López Hernández, integrante de la comisión de Paz del Senado, dijo que “Colombia no puede pasar por alto las lecciones de sus propios procesos de paz”.
En ese sentido fue enfática en advertir que “quienes aspiren a tener representación política después de haber ejercido la violencia tienen que responder primero a la justicia transicional y cumplir los derechos de las víctimas a la verdad, la justicia y la reparación”.
“Si nos saltamos ese paso y saltan directamente a la política, las heridas nunca sanan y ese error no se puede cometer”, recalcó.
Y agregó: “Los máximos responsables de las Farc en vez de andar exigiendo curules directas sin que medie siquiera una elección popular deberían mejor decirnos a qué régimen de justicia transicional se van a someter primero y cómo le van a cumplir a las víctimas”.
Horas antes, el ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, dijo que la petición de las Farc “no es una solicitud nueva por parte de la guerrilla ni una idea nueva en los procesos de negociación de Colombia”.
Sobre el tema defendió que la misma negociación y los diálogos de paz “tratan que quienes han ejercido la violencia y empuñado las armas como medio para hacer política las dejen y empiecen a hacer política sin el uso de las armas en todas las regiones”.
“El Gobierno Nacional considera que es fundamental la participación en política de los integrantes de las Farc que es el último propósito del proceso de negociación”, recalcó.
Sin embargo, aclaró que ese tema no se ha abordado en la mesa de negociaciones porque el punto de participación en política acordado sólo tocó la profundización de la democracia en Colombia y la creación de circunscripciones especiales en las regiones más afectadas por el conflicto.
La petición guerrillera
Desde La Habana, las Farc emitieron un comunicado en el que estipulan varias de las condiciones que tendría este grupo armado ilegal respecto a su participación en política ante la firma de un acuerdo de paz final para poner fin al conflicto armado titulado como la “Normalización de la vida nacional y transformación de las FARC-EP en movimiento político».
Como primer punto se refieren a la participación activa en política que sería la transformación de las Farc de grupo guerrillero a un movimiento político que incluiría, según piden ellos, la asignación directa de curules en el Congreso de la República por al menos dos períodos, así como garantizar su participación en Asambleas Departamentales y Concejos Municipales.
«Es condición necesaria del proceso de normalización de la vida nacional y transformación de las FARC-EP en organización abierta, una solución confiable en lo que concierne al tema de ‘Justicia especial para la paz’, que atendiendo los derechos de las víctimas del conflicto, sea consecuente con el reconocimiento de la rebelión y sus conexidades en el sentido más amplio, se fundamente en los principios de la justicia restaurativa, prospectiva y transformadora, y se haga extensiva a las prisioneras y prisioneros políticos y de guerra condenados o con procesos en trámite», dice el comunicado.