El presidente Nicolás Maduro denunció ayer que “un gran apagón nacional está entre los planes de desestabilización que adelanta la derecha”, que tiene como objetivo quebrantar la paz del país en esta etapa de elecciones y, con ello, apropiarse del poder.
“Saben ustedes que en las últimas cinco semanas, lamentablemente, encontramos cinco cadáveres por sabotajes eléctricos, y los medios de comunicación privados no dicen nada”, alertó el Primer Mandatario, desde el Puesto de Comando Presidencial, en Miraflores.
“Hemos descubierto el plan para sabotear el sistema eléctrico en esta etapa de elecciones. Es un plan del Comando Sur de Estados Unidos que está planificando un apagón nacional para sabotear el sistema eléctrico”, advirtió.
También llamó a los trabajadores del servicio eléctrico a permanecer unidos y alertas ante los ataques de sectores de “la ultraderecha”.
“Es un plan del Comando Sur de Estados Unidos (…) Es un plan de guerra contra la patria, guerra eléctrica, guerra criminal, guerra económica”, recalcó.
Luego en un contacto con Cojedes, en el cual inauguró el distribuidor San Carlos que mejorará la conexión con la capital del estado desde la autopista José Antonio Páez, destacó que “por primera vez” el petróleo venezolano llegó a 34 dólares por barril.
“Las fuerzas imperialistas mundiales actuando, mientras nosotros producimos el petróleo, ellos andan en la manipulación de los mercados para ponerle el precio” dijo.
Instó a “fijar nuevas reglas” en el mercado de precios, y llamó a una estrategia en común a los países Opep y no Opep, para estabilizar el mercado.
“La derecha hace fiesta porque el petróleo está en 34”, aseveró.
Señaló que Venezuela no enfrenta una oposición, sino “una contrarrevolución extremista, dispuesta a dar al traste con los logros sociales que ha conquistado el pueblo con la revolución”.
DC|ÚN