Como era previsible, menos de dos horas después de que se conociera el resultado de la votación- que con amplia mayoría aprobó la resolución independentista de Cataluña- el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, anunció que presentará un recurso ante el Tribunal Constitucional con miras a frenar las intenciones separatistas.
Rajoy advirtió que «ni Cataluña se va a desconectar (de España) ni se va a producir ninguna fractura», añadiendo que «nadie tendrá que escoger ni renunciar a su identidad española y europea». Un informe servirá de base jurídica para el recurso que el Gobierno presentará el miércoles ante el Tribunal Constitucional, un paso que señala Rajoy espera que sea “el primero y último”. Resta esperar la decisión del Tribunal que supondría su suspensión cautelar durante un plazo máximo de cinco meses, mientras los magistrados debaten sobre el asunto.
Mientras tanto Rajoy ha sido enfático al señalar que la decisión no es más que un “inútil empeño” de vulnerar la ley, pues España es “la casa de todos, pensemos como pensemos”. Por la misma vía se han manifestado los portavoces de los grupos que rechazan la secesión, quienes acusaron a los promotores de querer romper la legalidad y el Estado de Derecho y de avanzar hacia un proceso de consecuencias graves e imprevisibles.
Pese a las acciones que presentará el Gobierno español, los dos grupos independentistas de la cámara han sido enfáticos en señalar que en ningún momento su decisión «se supeditará a las decisiones del Estado español», añadiendo que no respetarán lo que dictamine el Tribunal Constitucional si, como creen los expertos, anula la resolución secesionista.
DC|EFE