Paros de obreros, de profesores y horarios críticos de personal administrativo ha sido el día a día vivido desde el 2013 hasta la fecha en la Universidad del Zulia (LUZ). Desde ese año, los estudiantes han venido cursando prácticamente un solo semestre anual retrasando su prosecusión natural dentro de su profesionalización.
La situación ha traído consecuencias dentro de las aulas de clases: cada vez son menos estudiantes, es decir, los alumnos están migrando a otras casas de estudios públicas o privadas, por la necesidad de no parar sus estudios.
El profesor Rodrigo Cabezas, de la Facultad de Economía, enfatizó con preocupación: “Lo que estamos viviendo desde el punto de vista universitario es una tragedia; los que dicen defender la autonomía de nuestra universidad la agreden porque la están vaciando de estudiantes. En los últimos dos años, la información que tengo es que cerca de 15 mil estudiantes se han ido de LUZ, han migrado hacia otras universidades, y esto es muy lamentable”.
Los números exactos por parte de la propia universidad zuliana se desconocen, pues las autoridades no los aportan. Sin embargo, Cabezas detalló: “Hace 10 años la escuela de economía tenía cuatro mil estudiantes hoy tiene 1.300”.
Fabianyelis Doria, estudiante de derecho, contó que optó por desarrollar la carrera de contaduría pública en el Instituto Universitario de Tecnología de Maracaibo (Iutm) esperando a que se restablezcan las clases en LUZ. Actualmente va por el tercer trimestre, pero cuenta que arrancó en marzo el período anual en derecho; sin embargo, los paros le impidieron incluso conocer la cara de alguno de sus profesores.
“Si algún día los profesores levantan el paro seguiré la carrera que me gusta, pero mientras tanto sigo en el instituto (…) y el anual lo llevamos casi perdido, porque yo que soy CNU y hay profesores a los que aún no les conozco la cara, tanto por el paro como porque los profesores no asisten. No he hecho ninguna prueba desde marzo que arrancamos. Son cuatro evaluativos anuales de cada materia y yo estoy viendo siete y en ninguna les dio chance de avanzar por los paros”, detalló.
Con Fabianyelis estudia Alexander Alvarado, quien hace un año aproximadamente decició dejar el quinto semestre de ingeniería en LUZ por las continuas paralizaciones, hoy cursa contaduría también.
“A los paros se le suma otro problema a los estudiantes: la falta de profesores. Esto ha ocasionado que nos queden los horarios bien atropellados, y muchos muchachos que trabajan se tienen que decidir por los estudios o el trabajo, y la situación está tan difícil que prefieren irse a trabajar. Nosotros lo que queremos es que se pongan en nuestro lugar, y que nos entiendan, así como nosotros los entendemos a ellos, que nos ayudemos unos con los otros, porque a fin de cuenta somos una sola comunidad universitaria”, dijo la muchacha, residenciada en el barrio Raúl Leoni.
La vicerrectora académica de LUZ, Judith Aular, reconoció la situación y aseguró que no tienen números precisos; pero indicó: “La deserción es alta”.
“Sabemos que hay estudiantes que se han retirado y se han ido a otras universidad privadas, otros se han ido del país. Los jóvenes con la situación del año pasado y este 2015, con los paros universitarios a través de estos conflictos que se han vivido en el país han decidido tomar otras opciones. Algunos de ellos permanecen todavía inscritos en LUZ, pero están estudiando otras carreras en universidades privadas”, dijo.
Aular indicó: “Es lamentable que nuestros estudiantes estén perdiendo su semestre, su año, por una situación de conflicto que se ha podido solucionar hace mucho tiempo, porque este es un conflicto salarial que desde marzo se ha debido solucionar y no llegar a un conflicto de esta naturaleza”.
El profesor Steven Bermúdez, de la Facultad de Humanidades y Educación, señaló: “Lo interesante es saber cuál es el número que manejan las autoridades, pero no creo que LUZ otorgue estos datos, porque les quita la careta de esta actitud nefasta de estar por tres años con paralizaciones continuas y que han causado esta merma estudiantil”.
Bermúdez es profesor de comunicación social, una de las carreras de mayor demanda en Humanidades, y explica que la cátedra que él imparte es de los primeros semestres y que generalmente siempre estaba copada. Sin embargo, “aproximadamente desde hace dos años para acá, cuando comenzó el primer paro se notó una baja en la matrícula y paulatinamente yo he notado como profesor como ha ido mermando. Yo tenía en mi asignatura 45 alumnos, y siempre teníamos que abrir más secciones porque no eran suficientes, pero en los últimos semestres las secciones están por el orden los 30 alumnos y no ha hecho falta abrir nuevas secciones, además siempre la cantidad de profesores que teníamos no eran suficientes para cubrir las secciones, y ya hemos notado que los que estamos cubrimos la carga”.
Precisó que los estudiantes han optado por varias alternativas. La primera de ellas la escogida por Fabianyelis, de adelantar otra carrera en otra universidad, mientras se resuelve el conflicto; irse de plano a una privada o trabajar.
“Otros se han dedicado a trabajar, sobre todo los estudiantes foráneos que tienen que pagar aquí residencia, comida, servicios y al no tener clases no tiene sentido seguir con esos gastos para ellos y sus familias. Entonces o deciden irse con sus familias a su sitio de origen o buscan trabajo”, indicó el profesor.
Luis Olivo, estudiante de derecho, contó que está esperando cumplir la mayoría de edad a principios del próximo año para empezar a trabajar y costaerse los estudios en una privada. “Yo logré entrar a LUZ porque soy huérfano de padre y madre, y apenas empezando se van a paro. En estos momentos, no tengo cómo pagar una carrera en una institución privada, pero en febrero lo primero que voy hacer es buscar dónde trabajar para pagarme mi educación”.
Para Carlos Barrios, estudiante del último semestre de economía, la situación es distinta. Él es del grupo que solo le falta un semestre para graduarse. “Me faltan las pasantías y dos materias para terminar la carrera, materias que pretendía terminar en este período académico que comprendía en teoría septiembre. La mayoría de los alumnos hizo el esfuerzo de inscribir dos materias en verano para cursar las menos posible en el semestre regular y así terminar en el lapso académico que nos correspondía”.
“No estoy de acuerdo con la decisión que han tomado los profesores vulnerando el derecho de la educación de los alumnos. Muchos profesores de la Facultad de Economía que no están de acuerdo con la medida tomada, me han manifestado que no ha sido la mejor manera de reclamar sus derechos económicos con respecto a los salarios, que ciertamente se ven desmejorados, pero hacer un paro indefinido que compromete la educación de los demás no es la salida”, dijo Barrios.
DC/Panorama