Mauricio Macri anunció ayer que pondrá su fortuna personal en un fideicomiso con el fin de otorgarle mayor transparencia a su gestión. «Estoy buscando un instrumento que le de mayor transparencia a mi situación patrimonial para poder demostrar que no tomo decisiones ligadas a mi patrimonio personal mientras dure la presidencia», confesó anoche el Jefe de Estado electo al periodista Luis Majul, en la entrevista que transmitió anoche en su programa La Cornisa.
«Por suerte yo tengo actividades hoy que no tienen relación directa con el Estado en términos de contratación, obviamente van a depender de los marcos jurídicos generales, por ejemplo en el sector agroindustrial si bajan las retenciones o se exporta más. Todo lo bien que haga el gobierno va a permitir que esas actividades crezcan», explicó Macri contó quien contó que el esquema será similar al que utilizan los presidentes en Estados Unidos.
Sobre la relación con su padre
Durante la entrevista también hubo espacio para preguntas de índole personal. Majul le preguntó a Macri por los vaivenes de la relación con su padre, Franco. «La vida es así. Nosotros vinimos a este mundo por decisión de nuestros padres. Lo que yo no quise es que llegue el día final y no haber podido compartir o reconciliarme» empezó a argumentar el presidente electo.
Macri esbozó una teoría resiliente del vínculo. «Con todas estas idas y vueltas siempre trate de olvidar los malos momentos y privilegiar los buenos recuerdos. Mi padre me dio mucho amor. Me enseñó muchísimas cosas. El me hizo ser el hacedor que tengo dentro mío. Esa persona que se levanta antes de las 7 de la mañana todos los días y siempre está preocupado por ver en qué puede colaborar», señaló.
Cuando Majul le preguntó en qué había fallado Franco, el futuro presidente dijo que su padre no pudo dividir su persona de la suya y lo quiso manipular y controlar la vida. «Alguien que era un par empezó a competir con él», explicó Macri.
Sin embargo, luego de contar ese punto oscuro destacó la oportunidad que le dio su padre, a los 24 años, de manejar una empresa con 6000 empleados. «Yo no hubiera llegado acá si él no hubiera hecho millones de cosas», dijo.
Por último, dijo: «el abrazo silencioso que nos dimos valió más que un millón de palabras».
DC|LN