En un partido que se le estaba poniendo feo a un Barça al que se le atragantó un eficaz y combativo Villarreal, apareció Neymar, después de haberse peleado con media defensa y el árbitro, y decidió salir en todas las fotos, con dos tantos, uno de belleza extrema, y tras haber cedido a Luis Suárez el lanzamiento de un penalti.
Fue una actuación por la que nadie hubiese apostado, después de una primera parte y un arranque de la segunda, en la que había muchos temores sobre si Neymar acabaría el partido expulsado, por la tensión que se estaba viviendo.
Luego de un primer tiempo sin goles, el delantero brasileño abrió el marcador al minuto 60 gracias a una asistencia de Sergio Busquets, y a seis minutos del final puso el resultado definitivo con un gol de alta factura: superó a su rival con un sombrero y de media vuelta definió en el área.
Luis Suárez fue el autor de otro tanto. El delantero uruguayo convirtió un penal en el minuto 70 para el 2-0.
Barcelona se mantiene en la punta del torneo español. Le siguen el Real Madrid y el Atlético de Madrid.
DC|EFE