El presidente estadounidense, Barack Obama, buscará en la Cumbre COP21 de París consolidar su legado contra el cambio climático, una cuestión que ha convertido en una prioridad de su segundo mandato, pese a la oposición de los republicanos.
Obama partirá este domingo hacia París para participar el lunes y el martes en la Cumbre del Clima (C0P21), que tendrá lugar hasta el 11 de diciembre en la capital francesa.
Según ha adelantado la Casa Blanca, Obama mantendrá reuniones el lunes con su homólogo chino, Xi Jinping, y con el primer ministro indio, Narendra Modi, para dar «impulso» a las negociaciones de la COP21 y favorecer un «ambicioso acuerdo» que frene el calentamiento global.
El propósito de las reuniones de Obama con Xi y Modi es garantizar que se está en la misma línea de cara a la cumbre, como comentó esta semana en una conferencia telefónica Paul Bodnar, director para Energía y Cambio Climático del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca.
Bodnar dijo que el acuerdo alcanzado entre Obama y Xi hace un año en Pekín marcó el inicio de una «nueva era en la diplomacia sobre el clima» y agregó que, siguiendo el ejemplo de Estados Unidos, otros 170 países han presentado compromisos específicos contra el calentamiento global.
La meta que ha fijado el Gobierno de Obama consiste en que Estados Unidos reducirá para 2025 sus emisiones de gases de efecto invernadero entre un 26 y un 28 % respecto a los niveles de 2005.
El martes, antes de regresar a Washington, Obama se reunirá con mandatarios de la Alianza de Pequeños Estados Insulares (Aosis), países para los que el cambio climático es «un desafío existencial», en palabras del asesor adjunto de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Ben Rhodes.
Obama ha hecho de la lucha contra el cambio climático una prioridad de su segundo mandato y recientemente, al anticipar su participación en la cumbre de París, insistió en que hay que actuar «aquí y ahora» para frenar el calentamiento global.
Ninguna nación «es inmune» al cambio climático, según Obama, quien ha criticado reiteradamente a los políticos republicanos que cuestionan incluso la existencia del calentamiento global.
Este mismo mes el mandatario anunció su rechazo a la construcción del polémico oleoducto Keystone, pensado para transportar crudo desde Canadá hasta el estado de Texas, y argumentó que ese proyecto «habría socavado el liderazgo» a nivel mundial de EEUU en la lucha contra el cambio climático.
Además, en agosto pasado, Obama presentó un plan que busca que EEUU reduzca para 2030 en un 32 % las emisiones de carbono de las centrales termoeléctricas respecto a los niveles de 2005, pero una coalición de 24 estados, en su mayoría muy dependientes de la industria del carbón, está tratando de bloquearlo en los tribunales.
Mientras, la Cámara de Representantes, de mayoría republicana, prevé votar la próxima semana, en coincidencia con las negociaciones de París, varias medidas contrarias al plan de Obama sobre las emisiones de las termoeléctricas.
Los republicanos también están tratando de bloquear en el Congreso los 3.000 millones de dólares prometidos por Obama para el Fondo Verde para el Clima (GCF).
Por otro lado, en relación a los recientes atentados terroristas de París, que causaron 130 muertos y más de 350 heridos, Rhodes anticipó que Obama aprovechará su estancia en la capital francesa para «rendir homenaje» a sus habitantes.
La celebración de la COP21 es «una clara señal de fuerza y resistencia» ante los terroristas, según Rhodes, quien aseguró que Obama transmitirá ese mismo mensaje en París.