Pareja de Miami-Dade comete fraude millonario a través de negocio de chatarra

Con el dinero proveniente de su negocio de venta de chatarra, Raúl y Maura Sosa se dieron gustos lujosos.

La pareja, cuyo negocio está basado en Hialeah, gastó miles de dólares en joyas y en compra y alquiler de automóviles de lujo. Además adquirieron varias propiedades. Entre el 2007 y el 2008, los Sosa realizaron gastos personales por cerca de un millón de dólares.

Pero detrás de los exorbitantes gastos, la pareja llevaba a cabo un esquema delictivo para defraudar al fisco.

Ahora ambos afrentan una pena de hasta 17 años de cárcel por un fraude de unos $1.6 millones.

Esta semana un jurado halló a los Sosa culpables en la corte federal del distrito sur, en Miami, de un cargo cada uno de conspiración para cometer fraude, y otros cuatro cargos cada uno por presentar formularios de declaración de impuestos con información falsa.

La pareja empezó a operar su negocio Acción 1 Auto Sales, Inc en el 2003, en el este de Hialeah. Compraban carros dañados o casi inservibles y vendían las partes, incluyendo el armazón como material reciclado o chatarra.

De acuerdo con documentos federales, entre el 2004 y el 2008, la empresa realizó ventas por unos $28 millones. Sin embargo, Raúl y Maura solamente reportaron el 14 por ciento de las ventas, o casi $4 millones, en el formulario anual al Servicio de Rentas Internas (IRS).

Así, la pareja dejó de reportar por lo menos $4.5 millones en ingresos netos a Acción 1 Auto Sales.

“La intención de la conspiración de Raúl Sosa y Maura Sosa era esconder o dejar de reportar al IRS la cantidad correcta de ingresos personales y corporativos para enriquecerse a si mismos”, de acuerdo con documentos federales.

El Nuevo Herald no pudo contactar al abogado Richard Díaz, que representó a Raúl Sosa.

Maura Sosa fue representada por David Michael Garvin, un reconocido abogado especializado en leyes de impuestos, que representó al ex alcalde de Hialeah Julio Robaina y Raiza Villacís, quienes fueron declarados no culpables en un sonado caso de presunta evasión fiscal el año pasado.

De acuerdo con documentos federales, para maquillar los ingresos de Accion 1 Auto Sales, Raúl Sosa con frecuencia solicitaba que sus clientes le pagaran en efectivo, o que dirigieran los cheques a nombre de él, su esposa o Bank of America.

Luego la pareja depositaba los ingresos en una cuenta personal, en lugar de la cuenta del negocio.

Además, en lugar de depositar los cheques dirigidos a Acción 1 en la cuenta de la empresa, Raúl Sosa los canjeaba en una tienda de cambios.

Maura Sosa, por su parte, proveía información falsa al preparador de impuestos de la compañía, sobre las entradas netas de la empresa.

En sus reportes personales de impuestos anuales, la pareja también declaraba una cantidad menor que sus ingresos anuales. De hecho, en la investigación del caso, las autoridades calcularon que los gastos de la pareja en carros, joyas y compras de terreno excedían los ingresos reportados.

En el 2000 los Sosa recibieron $380,000 de un acuerdo con la ciudad de Miami, luego de presentar una demanda por falso arresto y abuso policial.

Ese caso inició en 1995 cuando agentes de policía de Miami llevaron a cabo una redada antinarcóticos en la vivienda de Sosa. No encontraron drogas, pero arrestaron a Raúl, quien fue supuestamente golpeado por los policías. Un jurado falló a favor de Sosa y ordenó que se le pagara $775,000. Un juez redujo la cantidad a $300,000.

Pero tres meses después Sosa presentó otra demanda alegando que los agentes involucrados en el caso lo acosaron e intimidaron. Eventualmente llegó a un acuerdo extra judicial para retirar ambas demandas.

La sentencia en el caso de evasión de impuestos está pautada para el 3 de febrero.

DC|ENH

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