El presidente ruso, Vladímir Putin, mostró su disposición para lograr un acuerdo para limitar el calentamiento global que sea una continuación del Protocolo de Kioto y «jurídicamente vinculante».
Putin, en el turno de discursos de los líderes participantes en la cumbre climática de París (COP21), insistió en que deben respetarse los principios que se habían asentado en las precedentes conferencias para cerrar así «un acuerdo jurídicamente vinculante pero que permita el desarrollo económico».
«Gracias a nuestros esfuerzos colectivos -señaló-, creo que lograremos un nuevo acuerdo que se inscriba en la continuación del Protocolo de Kioto».
Hizo hincapié en que Rusia fue «uno de los primeros países del mundo» en reducir las emisiones de gases de efecto invernadero con programas de eficiencia energética y de conservación medioambiental.
Cifró en un 70 % la disminución de esas emisiones entre 1990 y 2013, un periodo en el que simultáneamente se duplicó el producto interior bruto (PIB) ruso.
En virtud de esos esfuerzos, Rusia evitó la emisión de 40.000 toneladas de dióxido de carbono (CO2), y eso supone retrasar en «un año» el calentamiento global.
«Es la prueba -subrayó- de que podemos prestar atención a nuestro crecimiento económico y preocuparnos por el medio ambiente».
Putin también destacó que Rusia tiene «enormes recursos» en términos de bosques, y aseguró que «hacemos mucho para proteger lo que se considera que son pulmones del planeta».
También insistió, como lo había hecho ante la Asamblea General de la ONU, en que «la cuestión del clima debe abordarse de forma integrada».
Eso significa que junto al cambio climático, se tienen que tratar los recursos naturales y el deterioro del medio ambiente.
DC|EFE