Más de 700 policías brasileños efectuaron este viernes una inmensa operación contra una organización transnacional de tráfico de drogas a la que acusan de cometer decenas de asesinatos y querer instaurar un «Estado paralelo» en el norte del país.
Los policías buscan cumplir con 127 órdenes de prisión en cinco estados brasileños, principalmente en Amazonas (norte), y a través de Interpol en Bolivia, Colombia, Perú y Venezuela, informó la corporación en un comunicado.
Siete abogados y un concejal local figuran entre los más de cien sospechosos buscados por la policía por narcotráfico internacional, tráfico de armas, lavado de dinero, evasión de divisas, robo, corrupción, homicidio, secuestro, tortura y otros delitos.
La organización criminal operaba en parte desde las cárceles de Amazonas, desde donde los jefes daban órdenes y dictaban sentencias de muerte, y habría integrado a sus filas a miles de personas.
«Con extrema violencia, el grupo intentaba consolidar un Estado paralelo en la región norte del país, con leyes propias, definidas por medio de su ‘estatuto’, en el cual sus líderes dictaban sentencias diarias, muchas dentro del sistema penitenciario, donde fue instituido un verdadero ‘tribunal del crimen'», detalló la policía.
«Los datos obtenidos permiten responsabilizar al grupo por decenas de las muertes violentas ocurridas en los últimos meses en Manaus, incluidos algunos homicidios cometidos en el período que fue conocido como ‘Fin de Semana Sangriento’, cuando 38 personas fueron asesinadas en la ciudad en apenas tres días» en julio pasado, sostuvo la policía.
La operación policial fue bautizada «La Muralla», como el nombre del cuartel general del cártel de Cali donde los jefes narcos coordinaban sus crímenes. Para la policía federal brasileña la estructura, los objetivos y el modus operandi de este grupo delictivo en Amazonas recuerdan al cártel de Cali.
Contactada telefónicamente por la AFP, la policia de Manaus no quiso dar más detalles de la operación en curso. Una conferencia de prensa está prevista esta tarde en la capital de Amazonas.
DC|AFP