Coleccionista iconoclasta despreciado de la generación beat, Harry Smith recolectó durante casi 30 años aviones de papel encontrados en las veredas de Nueva York, con un objetivo todavía desconocido.
«Nadie comprende realmente qué lo llevó a embarcarse en esta colección» de aviones de papel, confiesa a la AFP Andrew Lampert, que junto a John Klacsmann reunió las fotografías de 251 de estas aeronaves tomadas por Jason Fulford, en un libro lanzado el 27 de octubre.
Con sus fuselajes a lunares o de un solo color, narices afiladas o aplastadas, los aviones reunidos por Harry Smith entre 1961 y 1987 conforman «la mayor colección de aviones de papel hallados» reunida por una sola persona, explica Klacsmann.
Sin embargo, Smith «no estaba especialmente fascinado por la aviación ni había tomado muchos aviones».
Vivía «como un vagabundo» en hoteles o en casas de amigos, entre los cuales el poeta de la generación beat Allen Ginsberg, y «acumulaba un montón de objetos vinculados con sus diversas manías».
El artista deambulaba así durante horas por las calles de la Gran Manzana, un poco como algunos de los «espigadores» filmados en 2000 por la francesa Agnès Varda, que juntaban objetos o desechos de las aceras.
DC/UNO