La Unión Europea registró unas 800.000 «entradas ilegales» de inmigrantes desde inicios de año, dijo Fabrice Leggeri, jefe de la agencia europea de vigilancia de fronteras Frontex, en una entrevista el miércoles con el diario alemán Bild.
Leggeri advierte de que el flujo de inmigrantes en Europa probablemente todavía no ha «alcanzado su nivel máximo» y llama a los Estados a detener a quienes no tienen derecho al asilo para enviarlos «rápidamente» a sus países de origen, informó AFP.
Esta cifra supera las estimaciones de las Naciones Unidas y de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), pero la forma de calcular de Frontex hace que una misma persona pueda ser contada varias veces, precisó la agencia a mediados de octubre.
«Los Estados europeos deben hacerse a la idea de que nos espera una situación muy difícil en los próximos meses», advierte Leggeri, recordando que Frontex se encarga de la «vigilancia» de fronteras pero no puede reenviar a los migrantes a sus países.
Juzgó que los «hotspots», los centros de acogida y registro previstos en las islas griegas y en Sicilia (Italia), no permitirán absorber el flujo de demandantes de asilo, puesto que no permiten una «estancia prolongada».
«El que entró ilegalmente y no tiene derecho a asilo, debe ser reenviado rápidamente a su país», insistió Leggeri, estimando que la UE necesita «estructuras de acogida» donde los migrantes «sean encerrados si es necesario».
El jefe de Frontex llama a los Estados europeos a «hacer uso de manera más consecuente» de su derecho, previsto por los textos europeos, de detener a «hasta 18 meses» a un extranjero en situación irregular para «organizar su vuelta».
Este tema es el principal punto de discordia en el seno de la coalición gubernamental en Alemania, primer país de acogida de los candidatos de asilo: los conservadores desean la creación de «zonas de tránsito» en las fronteras que permitan retener a los inmigrantes durante el examen acelerado de su dossier, como en los aeropuertos.
Los socialdemócratas rechazan esa idea, denunciando un plan para crear «campos masivos» o «zonas de detención».
DC/EU