Cuando comenzaba a escribir este artículo, el último que saldría publicado antes de la celebración de las elecciones parlamentarias del próximo domingo, medité profundamente sobre el tema a abordar, porque por un lado se había realizado la segunda vuelta electoral en Argentina, con el resultado que desde hace más de dos años advertimos que ganaría el ex presidente del afamado conjunto de la liga de futbol de ese País Boca Junior y Alcalde de Buenos Aires, Mauricio Macri y escasos días después una emboscada criminal perpetrada en un mitin de campaña electoral de la candidata opositora, nuestra estimada amiga Rumy Olivo, le segó la vida al dirigente opositor y secretario general de Acción Democrática en el Municipio Altagracia del estado Guárico Luis Manuel Díaz y aunque ambos temas revisten una gran importancia y trascendencia para América Latina, la sociedad y el País, consideré más pertinente referirme a la cita comicial del próximo domingo 6 de diciembre, porque de él depende el destino del sistema democrático venezolano, la reunificación de la Nación, la libertad de los presos políticos y los derechos humanos de los venezolanos y la reconstrucción política, institucional, ética y moral de la República.
Estas elecciones, como es sabido, no elegirá al Presidente de la República, porque conforme a la Constitución, este se elige para un período de seis años, pero de sus resultados saldrá la conformación del nuevo parlamento, que dada la profunda crisis que azota a Venezuela en todos los renglones de la vida Nacional, tendrá la sagrada responsabilidad de recuperar las funciones propias del poder legislativo, para que este se ponga al servicio de la Democracia y la Nación y dé los primeros pasos rectificadores del quehacer del estado. De allí que la sagrada y gran responsabilidad recae primordialmente en los casi veinte millones de compatriotas, que conformamos el registro electoral y tenemos derecho al voto; conceptualmente el 6 de diciembre es el único día, en el cual los ciudadanos ejerceremos el poder real, porque en nosotros está cifrado el futuro de la República, de ese sufragio depende que Venezuela cambie la ruta del socialismo fracasado y minado por la ineficiencia, el alto costo de la vida, el desabastecimiento, la corrupción, el narcotráfico y la muerte, por el de la Nueva Independencia, la democracia verdadera, la inclusión, la igualdad de oportunidades, la recuperación económica y la producción, el respeto a los derechos humanos y la convivencia democrática; en manos del ejercicio de la soberanía popular está frenar esta desgracia a la que nos han llevado, donde se usa los recursos del estado y de todos los venezolanos para el usufructo y beneficio del grupete de enchufados en el gobierno y para las peores perversidades; de ese voto racional, consciente y venezolanista depende la reinstitucionalización democrática del País, para que volvamos a tener poderes públicos honorables, respetuosos de la Constitución, cumpliendo funciones al servicio de la República y recuperemos la JUSTICIA oportuna, con equidad y para todos por igual, para que jamás vuelvan a repetirse juicios, condenas y testigos amañados, para castigar y liquidar política y moralmente a la disidencia y los adversarios políticos; nuestro pueblo tiene en sus manos la llave para liberar de manera inmediata los PRESOS POLÍTICOS y ponerle freno a los dislates y barbaries del despótico régimen que mal gobierna a Venezuela. Compatriotas todos, en nuestras manos está la posibilidad real del CAMBIO democrático, pacífico, cívico y constitucional, tenemos que decidir entre los candidatos de Nicolás Maduro y el fracaso y los de la democracia y la Unidad, salgamos con decisión y firmeza a votar y honrar el compromiso con la NUEVA INDEPENDENCIA.
“Quienes defienden el derecho a la vida de asesinos, avalan la pena de muerte de ciudadanos inocentes” PSB.
DC / Lic. Pedro Segundo Blanco / Ex parlamentario del estado Sucre / petersecond1@hotmail.com / @pedrosegundoABP