Los resultados del 6D han llenado de expectativas a millones de venezolanos, los hechos los veremos en el desarrollo de los acontecimientos, a la espera de la instalación de la nueva directiva de la Asamblea Nacional el próximo 05 de enero, no hay ganadores, ni perdedores, ganó la Democracia.
La primera lectura, los venezolanos confiaron en el voto, como instrumento de cambio político. En cifras, los datos indican que la participación en este proceso electoral fue de 14.385.349 electores de los 19 millones 496 mil 296 que conformaron el padrón electoral, representado un (74,17%) de participación, es decir hubo una abstención de (25,83 %), las más baja de este siglo, donde el nivel de abstención había sido de (30%) en el Referendo Presidencial de 2004.
Como segunda lectura, se puede plasmar el reconocimiento de la ciudadanía a las Fuerzas Armadas por su destacado papel en el despliegue de más de 163.000 efectivos del Plan República, garantizando la seguridad y normalidad del proceso, de igual forma la credibilidad del órgano electoral salió consolidada, lo que representa buenas noticias para el fortalecimiento de nuestras instituciones democráticas.
En la tercera lectura, debe destacarse la participación de los testigos y miembros de mesa, quienes madrugaron para poder aperturar los 14 mil 515 centros de votación y 40 mil 601 mesas electorales, hombres y mujeres de gran mística ciudadana, demostraron su capacidad cívica y trabajo en equipo para garantizar la operatividad y transparencia del proceso electoral.
La cuarta lectura, se centra en el poder de los medios de comunicación y las redes sociales como instrumentos de opinión pública y presión social, los medios de comunicación social mantuvieron informados a los ciudadanos durante el inicio, desarrollo y anuncio de los resultados electorales, respetando en todo momento el cumplimiento de la normativa electoral y haciendo el llamado a la calma ante la incertidumbre propia de los eventos electorales en Venezuela.
Por su parte los usuarios de las redes sociales jugaron un papel de suma importancia durante toda la jornada, ya que los resultados derivados de las “exit poll” o encuestas de bocas de urna permitieron difundir tendencias del proceso, que permitían evaluar el desenvolvimiento de la jornada haciéndose virales videos y mensajes que permitían adelantarnos al conocimiento de los resultados no oficiales, pero confirmados.
La quinta lectura, representa el cambio de la composición de fuerzas políticas de la AN, el balance final anunciado por el CNE determinó, que la MUD logró obtener el 67.07% de los votos, con 112 diputados de los 167 de los cuales 81 son nominales, 28 por listas y tres representantes indígenas; y el PSUV con sus aliados lograron 55 diputados con 32 nominales y 23 por listas para un 32,93%.
Como sexta lectura, la MUD obtiene mayoría calificada en la AN, lo cual representa una serie de facultades que la Carta Magna establece, sin embrago tendrán que ponerse de acuerdo principalmente: Primero Justicia con 33 legisladores, Acción Democrática (25), Un Nuevo Tiempo (18), Voluntad Popular (15), entre otros partidos que sumaron uno o dos diputados, para garantizar el consenso, nombrar la junta directiva y la composición de las distintas comisiones que conformaran la AN.
Finalmente, el gobierno debe darle lectura al mensaje que le envió el pueblo venezolano ante un proceso electoral que puede considerarse como un plebiscito, el oficialismo recibió un voto castigo, ante la escasez, la alta inflación, la inseguridad, la corrupción, representando una pérdida en comparación a las elecciones del 2013 de casi 2 millones de votos chavistas, por lo que le corresponde ahora reingeniarse y comenzar a dar resultados, de no hacerlo su caída será estrepitosa a través de un referéndum revocatorio.
La oposición, también tendrá que entender con mucho tacto las lecturas de este proceso, en el entendido que el resultado fue la respuesta democrática de un pueblo hastiado del mal gobierno; la victoria no fue de ningún partido, la victoria fue de los ciudadanos movilizados por un cambio, las venganzas y revanchismos no pueden ser la orden del día, bien como dijo Mandela “Si quieres hacer las paces con tu enemigo, tienes que trabajar con él, entonces se vuelve tu compañero”.
DC / Alfonso Hernández Ortíz / Politólogo- Abogado / dialogopublico@gmail.com / @AlfonsoZulia