El magnate petrolero venezolano Roberto Rincón, quien enfrenta cargos en una corte federal de Texas por corrupción y lavado de dinero, pagaba enormes sobornos a funcionarios de la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) para obtener millonarios contratos, en una masiva conspiración que llegó recaudar más de $1,000 millones, según documentos de la corte y fuentes familiarizadas con las investigaciones.
Rincón, quien operaba a través de empresas creadas por el y por su socio Abraham Shiera, contaba con la ayuda de al menos cinco funcionarios venezolanos, quienes a cambio de grandes sumas de dinero ayudaban a los acusados a conseguir los contratos de la estatal petrolera.
Una de las fuentes dijo a el Nuevo Herald que los funcionarios, entre otras cosas, suministraban a los acusados valiosa información privilegiada sobre los proyectos y en ocasiones maniobraron para colocar a más de una de sus empresas en los procesos de licitación.
Los funcionarios, quienes recibieron pagos y regalos valorados en varios cientos de miles de dólares, también ayudaron a ocultar el hecho de que en ocasiones más de una de las empresas que competía en las licitaciones pertenecían a la red de Rincón y de Shiera.
Una de las transacciones de Rincón y Shiera rastreada por las autoridades de Estados Unidos refleja un pago para sobornar a un funcionario que ascendía a $2.5 millones.
Muchos de esos pagos fueron realizados en cuentas bancarias en Panamá.
Los funcionarios sobornados también promovieron a las empresas de los acusados dentro de las comisiones de compras de PDVSA y los ayudaron a cobrar con rapidez una vez que los contratos fueron otorgados, dijeron las fuentes.
El esquema de corrupción en ocasiones involucraba la participación en las licitaciones de varias compañías de maletín que colocaban ofertas muy elevadas para elevar el atractivo de las ofertas introducidas por Shiera y Rincón.
Shiera, quien fue arrestado la semana pasada en Miami, compareció el martes ante un juez federal del Distrito Sur de Florida y enfrenta el pedido de traslado a Texas, para enfrentar juicio conjuntamente con Rincón.
Shiera, quien al igual que Rincón está registrado como residente de Estados Unidos, vive en una lujosa casa de Coral Gables, según documentos de la corte.
De acuerdo con documentos de la corte introducidos el lunes, las autoridades estadounidenses creen que el esquema de corrupción facturó entre el 2009 y el 2014 más de $1,000 millones, $750 millones de los cuales fueron obtenidos por Rincón.
Rincón, quien vive en una lujosa mansión en Houston valorada en más de $5 millones, llevaba tiempo siendo investigado por las autoridades estadounidenses, en parte por su estrecha amistad con el general Hugo Carvajal, el ex director de Inteligencia Militar acusado en Estados Unidos por narcotráfico.
Carvajal, quien logró evadir la justicia tras ser detenido brevemente en Aruba en el 2014, es acusado entre otras cosas de ser uno de los principales actores dentro del denominado Cartel de los Soles, organización criminal compuesta por altos funcionarios del chavismo que monopoliza las operaciones del narcotráfico en Venezuela.
Pero fuentes con conocimiento de la situación dijeron que Rincón también mantenía una estrecha relación con el ex director de PDVSA, Rafael Ramírez y con el propio gobernante venezolano Nicolás Maduro, además de que concedía favores al actual presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello.
El lujoso estilo de vida del que goza Rincón dista mucho de sus humildes orígenes, en la urbanización obrera de San Francisco, de la ciudad de Maracaibo.
Según un trabajo de investigación realizado por el periodista César Bátiz para el portal de investigación Armandoinfo.com, Rincón siempre fue muy bueno para los negocios, pero su fortuna la obtuvo bajo la sombra del chavismo después del paro petrolero del 2002.
“Después del paro se convirtió, junto a empresarios como el naviero Wilmer Ruperti —hoy también magnate de medios y otras industrias— , en un proveedor confiable y con relaciones en las altas esferas del Gobierno”, señala el artículo.
El arresto de Rincón y de Shiera se produce en el marco de las investigaciones que realizan las autoridades estadounidenses sobre el uso de PDVSA para operaciones de lavado de dinero a través de una red liderada por Ramírez, quien fue relevado de su cargo en el 2014.
Según un artículo reciente de The Wall Street Jounal, Ramírez se encuentra en el centro de las investigaciones, al igual que su primo Diego Salazar, quien habría exigido el pago de cientos de millones de dólares a empresas extranjeras para la obtención de lucrativos contratos con la empresa estatal petrolera.