Los panameños destinan una buena parte de sus ingresos anuales en la compra de medicamentos, debido a que no los encuentran en el sistema de salud público. Así lo confirma la encuesta de gasto de bolsillo en medicamentos 2014, que público este año el Instituto Conmemorativo Gorgas de Estudios de la Salud (Icges).
Este trabajo incluyó entrevistas a 2 mil 696 personas en las comarcas Madugandí y Ngäbe Buglé. Además, los distritos de Panamá y San Miguelito, en la provincia de Panamá, así como la provincia de Colón.
Los temas que abarcó fueron: disponibilidad, acceso y uso racional de fármacos.
Por ejemplo, la investigación precisó que en promedio un panameño gasta anualmente 86 dólares con 25 centavos para comprar medicinas cuando no las encuentra en farmacias o centros hospitalarios públicos.
El documento también sostiene que cuando se trata de enfermedades infecciosas y diabetes este gasto aumenta a 96 dólares con 80 centavos anuales y 96 dólares con 81 centavos, respectivamente. Además, cuando se trata de enfermedades circulatorias, el monto por año es de 77 dólares.
MÁS CONCLUSIONES
Otra conclusión que muestra este informe es que la falta de acceso a estos productos incide negativamente en su uso, sobre todo porque existe una tendencia a la automedicación, falta de adherencia a los tratamientos, entre otros problemas.
A la vez, plantea la necesidad de tratar la problemática de acceso a los medicamentos de una “manera integral”, dadas las implicaciones sociales y económicas.
Por otra parte, la encuesta advierte sobre “debilidades” institucionales que afectan la cobertura tanto de los servicios de salud como del acceso a las medicinas, sobre todo en las áreas indígenas.
De hecho, las personas que participaron en la investigación coinciden en que las instalaciones de salud del sector público son donde más asisten para solicitar el producto, por lo que las convierte en un sitio fundamental para la cobertura y distribución de los medicamentos a las poblaciones más vulnerables.
Pese a ello, el 50% de los entrevistados (mil 348) declaró que los fármacos no estuvieron disponibles cuando los solicitaron, incluso en el sector privado.
Mientras, el 15% de los encuestados; es decir, 404 personas, explicó que pedía dinero prestado para adquirir las medicinas, sobre todo a sus familiares.
Asimismo, el 56% (mil 509) dijo que no podía financiarse completamente los fármacos.
REALIDAD
La vicepresidenta de la Fundación Nacional de Artritis Reumatoidea, Enma Pinzón, explicó que el “gasto de bolsillo” es el dinero que el panameño saca de sus recursos para comprar medicamentos o recibir atención.
Pinzón indicó que esto ocurre, porque el sistema público de salud no ofrece una atención expedita, lo que obliga a la población a buscar atención privada. Agregó que a esto se suma el deficiente suministro de medicamentos en el país.
Para estas organizaciones y en base a estimaciones de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), los panameños suman 30% de “gasto de bolsillo”, cuando lo ideal debería ser 15% de los ingresos de la persona.
No obstante, Pinzón señaló que parte de esta situación también se debe a que la población está acostumbrada a tomar medicamentos sin receta médica.
Precisamente, el informe del Icges detalla que de los 2 mil 696 entrevistados, 21% admitió que no recibió una receta para adquirir los fármacos que necesitaba.
Por su lado, el coordinador de la Comisión Médica Negociadora Nacional, Domingo Moreno, no dudó de estos hallazgos.
Moreno sostuvo que el gasto de bolsillo de los panameños está por alrededor del 27% de sus ingresos.
Aseguró que esto se debe a que tanto el Ministerio de Salud (Minsa) como la Caja de Seguro Social no logran suplir adecuadamente la atención que demanda la población.
También informó que este tema se trató en la mesa de diálogo para la transformación del sistema público de salud y se encuentra dentro de los temas denominados “impostergables”.
En tanto, la directora de Farmacia y Drogas del Minsa, Jenny Vergara, argumentó que el gasto de bolsillo representa un problema para la población, porque en la medida de que no se encuentran los medicamentos en las entidades públicas se tiene que recurrir a buscarlos en el sector privado.
Vergara manifestó que los fármacos están sujetos a la libre oferta y demanda, por lo que las medicinas pueden llegar a ser más costosas que en países de la región centroamericana e incluso de la Unión Europa.
Puntualizó que, a pesar de que existe una canasta básica de medicamentos, en la cual se colocan precios de referencia a 40 productos, estos pueden variar en las diferentes regiones del país.
DC|LP