1. «Antes que nada, observe detenidamente el espacio que está por decorar y considere sus opciones para añadirle personalidad al ambiente. Si su presupuesto no da para un sofá o una poltrona, paséese por soluciones más económicas -y quizás menos complicadas- como una mesa de centro, una repisa, un gavetero/gabinete o incluso un cuadro de esos enormes. Lo importante es que sirvan como punto focal de la estancia».
2. «Aprenda a combinar los colores que usa; no por querer incluir tonos brillantes debe incorporarlos todos a la vez y mucho menos en desorden. Si no es un experto y no puede contratar uno, busque en revistas objetos y mezclas que le gusten y compárelas con su propio espacio. En Internet hay decoradores virtuales que permiten hacer pruebas al igual que hay aplicaciones que puede descargar en su teléfono. Ayúdese con estas opciones antes de invertir un monto importante en un mueble que se ve bien en la tienda, pero que podría no encajar en su ambiente. El consejo también vale si está pensando darle color intenso a una pared. Verifique que funciona con el resto de los elementos de los que dispone».
3. «Los muebles de colores brillantes aportan una riqueza visual indiscutible, pero debe tener mucho cuidado. En una estancia no todos sus accesorios decorativos deben ser coloridos. Con uno o dos de ellos (dependiendo del espacio) es más que suficiente. Incluso, puede hacer balance combinando uno grande como un sofá y uno pequeño como una mesa de centro, un cuadro o un jarrón».
4. «Si decidió incorporar en un salón un sofá o poltrona multicolor, procure colocarlo contra una pared de tonalidad neutra. Evite siempre (¡siempre!) texturas y tonos igual de vivos en esas paredes porque competirán con la vistosidad del mueble y causará ruido visual innecesario».
5.»Cuando el protagonista de su sala sea un sofá en un color vivo, es preferible que haga balance mezclándolos con almohadones en tonos más apagados para que incluso la forma del sofá destaque aún más».
6. «Si es más conservador y no se atreve a comprar un sofá de tono intenso, eche mano a accesorios como mantas o cojines coloridos que pueda colocar ‘al descuido’ en una esquina del mueble. También funcionan lámparas de pie, alfombras o unas repisas. Recuerde que un pequeño toque de color no solo renueva el ambiente sino que también le da nueva vida».
7. «Evite hacer uso de dos o más colores cálidos. Es decir, no mezcle muebles o accesorios en rojo con otros en naranja, magenta o amarillo. Prefiera hacer juegos unicolores o mantener el equilibrio con los tonos neutros en el resto del espacio. Deberá tener mucho más cuidado si sus pisos tienen textura o formas geométricas».
8. «Si en el ambiente van a destacar los colores fríos como el azul, el verde o el morado no deje de colocar aunque sea un jarrón ancho de color cálido para que otorgue balance dentro de la composición cromática».
9. «En el dormitorio la inclusión de colores vivos debe ser más cuidadosa, porque son espacios de reposo y el exceso puede generar el efecto contrario al descanso. Es recomendable que el toque de color lo dé el edredón de la cama o el marco de un cuadro, las lámparas de noche o una pared, preferiblemente, la que le sirva de cabecera de la cama».
10. «Si de los baños se trata, lo más indicado es que predominen los tonos neutros. Los sanitarios son espacios en los que también se requiere tranquilidad visual. Si quiere algo de vivacidad, deje que la aporten elementos puntuales como las toallas combinadas con jaboneras o portacepillos dentales en tonos chillones».
11.»La mejor tendencia en decoración es la que se ajusta a su personalidad. Los objetos decorativos pueden verse bonitos en los catálogos, pero usted debe sentirse cómodo con ellos».
DC|Estampas