Las cuatro claves para no amargarse la vida

1. Ejercitar la paciencia. Vivimos en una sociedad en la que hay prisa para todo: para formar relaciones, para hacerse rico, para curarse de una enfermedad, para adelgazar, etc. «La paciencia es una actitud que permite mantenerse firme ante contratiempos y dificultades, y nos librará de que nos manipulen con las prisas, llevándonos a tomar decisiones erróneas», explica Cahúe.

Consejo de la experta: gestiona adecuada y eficazmente emociones y pensamientos, pues junto a la correcta toma de decisiones serán los instrumentos que te ayuden a perfeccionar esta habilidad (tener paciencia) que muchas veces tendemos a infravalorar.

2. Rodearse de personas positivas. Debemos cuidar nuestra salud mental, pero a veces depende de los mensajes que recibamos de las personas que nos rodean. Las personas que trasladan su opinión o actitudes negativas hacia nosotros pueden provocar que nuestro día a día sea pesado, lento y a veces fastidioso. «Si dejamos de lado la idea de querer cambiar lo que algunas personas piensan de nosotros y nos dedicamos a rodearnos de aquellos que nos quieren, gustamos y de los que nos proporcionaran un espacio de seguridad, cambiaremos nosotros y cambiará nuestra vida», propone la autora de ‘El cerebro feliz’.

Consejo de la experta: Rodéate de gente positiva o que de los que tienen efectos positivos sobre nuestra forma de ser, de sentir y de vivir es muy saludable física y mentalmente.

3. Fomentar la creatividad. La creatividad es un arte. Para desarrollarla con nuestra propia originalidad tenemos que rodearnos de gente de la que podemos aprender correctamente, sobre todo, porque el mecanismo más potente con el que contamos para hacerlo es copiar todo lo que vemos a nuestro alrededor.

«Cuando queremos cambiar una conducta y no sabemos muy bien cómo, lo mejor que podemos hacer es elegir un modelo y copiar, hasta que tengamos la réplica perfecta», plantea la psicóloga. Una vez que la dominemos totalmente, llega el momento de jugar y de crear con nuestros gustos, nuestros sueños y nuestras capacidades.

Consejo de la experta: cultiva todo lo posible la alegría interior y concédete permiso para disfrutar al máximo de la vida.

4. Mejorar el sentido del humor. Una de las mejores técnicas de relajación que existe es un buen rato de carcajadas. Reírse provoca que el cerebro segregue dopamina, la droga del amor y la ternura.

El sentido del humor como cualquier otra conducta, se aprende, se practica y se enseña, tanto el malo como el bueno. «Una de las maneras más rápidas de detectar la inteligencia de una persona es la capacidad que tiene para corregir sus errores y, por lo general, reírse de sí mismo», asegura Mila Cahúe.

Consejo de la experta: Juega, arriésgate… Tienes que hacerlo para desarrollar el sentido del humor, que es necesario en su justa medida y hay que saber aplicarlo inteligentemente.

DC|MH

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