En distintas zonas de Caracas, como Chacaíto, un paseo peatonal entre los municipios de Chacao y Libertador, la oposición celebró uno de sus cierres de campaña. No son grandes concentraciones como en otras elecciones de Venezuela. Son personas que pasan por allí y se suman a la canción de campaña de los opositores: «Abajo, a la izquierda, en la esquina,la de la manito, no te confundas».
Nos topamos con Yorgenis un joven motorizado que trabaja como mensajero y vive en la populosa barriada Catia. Se detiene a ver lo que ocurre y nos comenta: «La gente de mi barrio, aunque es chavista, va a votar contra la gestión de Maduro, aunque no se vea mucho pueblo en las calles en este momento. Saldrán a castigar el domingo». La oposición espera romper esa hegemonía, ejercer de contrapeso. Los opositores aseguran que hay que retomar la función contralora de la Asamblea frente a los otros poderes, dominados por el chavismo.
Julio Borges, candidato a la reelección como diputado por Miranda y uno de los líderes de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), está convencido de que todos los sondeos son favorables a los opositores. «La gente quiere un cambio de modelo. El Gobierno vive en su mundo. Ellos piensan que Hugo Chávez está vivo, que aún mantienen un 80% de popularidad y que el petróleo venezolano puede sostener el populismo». Borges no duda en decir que los cambios que se produzcan en el Parlamento transformarán la dinámica y el estilo en que se ha hecho política en los últimos años.
El dirigente opositor afirma que, a pesar de las encuestas, estarán vigilantesdurante todo el proceso y denunciarán cualquier anomalía que se presente, sobre todo en las circunscripciones donde siempre intentan manipular los resultados, como Carabobo y Bolívar.
Los sondeos de opinión, incluso los de empresas identificadas con el chavismo, coinciden en que habrá una victoria opositora. El analista político Miguel Ángel Latouche afirma que ve, por lo menos, «una mayoría simple a favor de la MUD», lo que daría una oportunidad para que se iniciara un verdadero diálogo entre las partes para resolver la crisis política y económica que vive Venezuela».
El Consejo Nacional Electoral (CNE), formado por cuatro miembros de tendencia oficialista y uno identificado con la oposición, asegura que la voluntad popular será respetada sea cual sea el resultado. Luis Emilio Rondón, rector principal del CNE, ratificó que el voto es secreto. «El voto en Venezuela es secreto y yo doy plena fe de ello, nuestra plataforma garantiza el secreto del sufragio, por lo que más allá de cualquier circunstancia perversa, que debe ser denunciada en caso de inducir hacia alguna opción política, yo quiero tranquilizar a los venezolanos diciendo que no hay forma alguna de que se determine. Es un acto privado, no hay forma alguna de que se determine por quién se vota».
En contra de lo que dice el rector, algunos opositores en las calles señalan que ninguna tecnología es «blindada» y reclaman que se vigile el recuento informático de los votos, porque siempre se «manipula» para favorecer al oficialismo. «Ahí está la trampa».