Panamá ha crecido ante los ojos de las naciones latinoamericanas. El país receptor de ayuda y cooperación internacional se prepara para acelerar el paso en el ya iniciado camino de los países cooperantes y consolidarse como un territorio que va más allá de un punto de encuentro.
El paso clave para que el Gobierno tomara la decisión de darle un giro a su política internacional ha estado en el traspaso, celebrado la semana pasada, de la cartera de Proyectos de Cooperación no Reembolsables del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) al Ministerio de Relaciones Exteriores (MIREX), entidad que ahora, a través, de su Viceministerio de Cooperación Internacional, tendrá que ejecutar no sólo los proyectos que otras naciones quieran desarrollar en Panamá, sino promover al país como ente cooperante.
‘Por ahora no hay presupuesto designado para estas misiones, porque el país no invertirá, por el momento, en otra cosa que no sea cooperación técnica e intercambio de experiencias’, ha dicho Sandra Lombardo, directora de Cooperación y Proyectos Especiales.
Esta oficina, añadió Lombardo, ha estudiado por varios meses las fortalezas del país para poder salir de las fronteras y ofrecer su ayuda. Seguridad, competitividad y ambiente son los tres pilares con los que Panamá aspira a posicionarse en la región hispana. El turismo también figura como un punto calve en el nuevo rumbo de la política internacional, cuyo beneficio, han dicho las autoridades, esperan que sea bilateral.
Entre los primeros países en recibir ayuda de Panamá está Costa Rica.
Por medio de la Autoridad de Recursos Acuáticos, Panamá instruye al Gobierno costarricense en materia de protección.
República Dominicana, por su parte, mantiene conversaciones con el Gobierno Nacional para replicar el modelo del proyecto de reinserción social ‘Barrios Seguros’, con el objetivo de diminuir los índices de delincuencia en ese país.
‘Barrios Seguros es, digamos, el principal estandarte que tenemos para presentarnos como país cooperante. Hemos recibido solicitudes de República Dominicana y El Salvador, que quieren conocer el proyecto para replicarlos’, agregó Lombardo.
EDUCACIÓN Y TURISMO
En materia de educación y competitividad, la cooperación es bilateral. Panamá tiene como aliado en su política internacional a Chile, con quien, además, lidera el ranking latinoamericano de los países más competitivos de la región.
Con Chile, el país ya ha firmado acuerdo en el que la entrega de becas de estudios son los pilares de su cooperación.
‘Ambos países lideran la región en materia de competitividad. En el mes de noviembre realizaron una convención en la que se comprometieron a evaluar anualmente los beneficios mutuos que se tienen con sus misiones’, dijo Lombardo.
El turismo proyecta crecer con este nuevo enfoque internacional, el país aliado en esta rama de la política internacional es México, país con el que tiene proyectos para replicar modelos de gestión turística donde los pueblos originarios son el principal atractivo para los viajeros.
La nueva posición de Panamá como país cooperante busca, además del beneficio de mejoramiento de la imagen regional, poder alcanzar los nuevos Objetivos del Milenio propuestos por la Organización de las Naciones Unidas al no poder superar los anteriores.
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COOPERACIÓN
$92 millones en ayuda del exterior
La ayuda exterior que ha recibido Panamá este año alcanza los $92 millones, los cuales han sido utilizados para el desarrollo de proyectos relacionados con la sanidad básica y la educación en todo el país.
Por su parte, el Gobierno Nacional ha doblado el aporte extranjero en la mayoría de los proyectos en desarrollo como aporte local, sumando unos $180 millones como presupuesto impulsado por parte de la cooperación internacional.
Uno de los proyectos más importantes es el denominado Hub Humanitario.