El presidente de Rusia, Vladímir Putin, firmó un decreto por el que extendió las sanciones económicas impuestas a Turquía a empresas controladas por ciudadanos turcos independientemente de su localización, informó hoy el Kremlin.
La disposición modifica el decreto firmado el 28 de noviembre pasado «Acerca de las medidas para garantizar la seguridad nacional de Rusia ante acciones criminales y delictivas, así como sobre la adopción de medidas especiales en relación con la República de Turquía».
En su nueva redacción, el decreto amplía «la prohibición o restricciones a empresas controladas por ciudadanos turcos y/o por organizaciones bajo jurisdicción turca para realizar determinados trabajos en el territorio de Rusia, según un lista elaborada por el Gobierno ruso».
Anteriormente, la medida afectaba únicamente a las empresas sometidas a la jurisdicción de Turquía. El nuevo decreto de Putin hace la misma precisión para los contratos con empresas controladas por ciudadanos turcos, que también deben ser autorizados por el Gabinete de Ministros.
Las sanciones económicas contra Turquía fueron adoptadas en represalia por el derribo de un bombardero ruso Su-24 en la frontera turco-siria por aviones turcos, ataque que el Kremlin calificó de «golpe a traición» y «reto sin precedentes».
Las medidas fueron anunciadas después de que Moscú exigiera a Ankara disculpas, compensaciones y castigo a los culpables del derribo del avión, que cumplía una misión de bombardeo antiterrorista en Siria.
Putin ordenó al Gobierno prohibir los vuelos chárter entre Rusia y Turquía, hasta hace poco el segundo destino turístico preferido de los rusos después de Egipto. Según Rusia, esta medida podría significar para el sector turístico de Turquía la pérdida de hasta 10.000 millones de dólares anuales, cifra equivalente al superávit turco en el intercambio comercial entre ambos países.
Por el decreto del 28 de noviembre, queda suspendido a partir del 1 de enero de 2016 el acuerdo de exención de visados para los ciudadanos turcos.
«Nuestro propósito no es renunciar totalmente a la cooperación con Turquía. Consideramos que se debe dar una respuesta adecuada a la acciones hostiles», dijo hoy el viceprimer ministro ruso Arkadi Dvorkóvich en declaraciones a la cadena de televisión Rossía-24.
Según Dvorkóvich, Moscú mantendrá esta política hasta que Ankara no se disculpe por el derribo del bombardero ruso.