La presidenta brasileña, Dilma Rousseff reiteró hoy que el juicio político solicitado por la oposición en su contra es “una forma de golpe”, durante un acto con jóvenes en el que estuvo acompañada por el exmandatario uruguayo José Mujica.
“Lucharé contra la interrupción ilegítima de mi mandato con todas las herramientas que da el Estado Democrático de Derecho”, declaró la mandataria ante miles de estudiantes congregados en la apertura de una conferencia nacional sobre la juventud.
“Está en curso una batalla, una lucha que dictará los rumbos de nuestro país”, afirmó la presidenta, que puede ser sometida a un juicio con miras a su destitución por maniobras financieras que ha hecho su Gobierno para maquillar los resultados fiscales.
Rousseff volvió a negar que esas maniobras supongan algún tipo de irregularidad y aseguró que la oposición se vale de “invenciones y falacias”, porque “no tienen cómo justificar el atentado que quieren cometer contra la democracia”.
Pese a la firmeza de la presidenta, la Corte Suprema aclaró hoy que el trámite para un juicio político en su contra iniciado en la Cámara de Diputados se ajusta a derecho y a lo contemplado en la Constitución para un trámite de esa naturaleza.
Sin embargo, Rousseff insistió más de una vez en que la oposición “intenta interrumpir un mandato popular conquistado legítimamente en las urnas” y afirmó que “esa falta de razón se llama golpe”.
Admitió, no obstante, que la Constitución brasileña prevé la posible destitución de un mandatario, pero volvió a arremeter contra sus adversarios al afirmar que las leyes al respecto “no prevén la invención de motivos para derrumbar a un presidente legítimo”.
DC | EFE