Felicito a toda Venezuela por la manera en que lograron desarrollar su reciente proceso de elecciones parlamentarias. La calma demostrada, a pesar de algunos desafortunados incidentes, es algo digno de admirar.
Respetuosamente presento unas reflexiones acerca de lo acontecido y de los resultados, que a la luz de los informes ofrecidos hasta el momento, parecen favorecer a los sectores de la oposición política al gobierno actual.
1. Es importante ser conscientes de que hasta el momento, nada ha cambiado: las dificultades continuarán y posiblemente la situación empeorará, hasta tanto no se haya establecido la nueva Asamblea y se puedan aplicar los correctivos necesarios para mejorar el presente estado de cosas. Los triunfadores deberían explicar al pueblo cómo planean, desde el poder legislativo, impulsar mejoras a corto y largo plazo, de manera que la población pueda recuperar el optimismo.
2. Ahora la oposición debe convertirse en una fuerza de propuesta, para la construcción de una nueva realidad para el país. Ahora tiene acceso al poder, desde donde comenzar a producir resultados positivos para todos. Tanto ganadores como perdedores deben dejar a un lado el encono y los resentimientos, y tratar de entender que el pueblo hizo su elección porque está cansado de la situación de tensión, zozobra y parálisis nacional, el caos económico y la inseguridad pública. Se debe asumir que los votantes venezolanos han escogido a los candidatos que consideran pueden actuar como el antídoto para contrarrestar el veneno que se ha vertido hasta ahora y para superar la incompetencia gubernamental, la de ahora y la de antes. El pueblo no perdonará la utilización de su confianza para propósitos de revancha o de oportunismo codicioso. Este es el momento para la calma, el análisis y la acción cívica ejemplar.
3. El momento no es para triunfalismo, sino para ser magnánimos en la victoria. La oposición corrió el riesgo de ganar la elección y así ocurrió. Ahora es el momento de cumplir con las expectativas de un país que de manera abrumadora, y a pesar de las presiones y amenazas, decidió apoyar la posibilidad ofrecida por esa facción. Han heredado un soberano lío administrativo y una población con la paciencia ya agotada. Y todo esto, dentro de un escenario muy difícil, pues el Ejecutivo continúa en el poder, como contrincante y no como aliado.
4. El apoyo popular continuará siendo el fiel de la balanza, de manera que han de explicar al pueblo, claramente, qué es lo que intentan hacer y por qué es necesario hacerlo. No prometan lo que no pueden cumplir. Aclaren inmediata y públicamente cualquier acusación que pretenda confundir y dividir al país. Digan la verdad siempre. Confíen en el alma de su pueblo.
5. No olviden que sin el apoyo popular jamás hubiesen logrado esos resultados. El pueblo quiere un cambio y también exige respeto. Esta es una oportunidad para demostrar la grandeza del espíritu venezolano. Espero que el ejército nacional continúe siendo el garante de la Constitución, de la Voluntad Popular y de la Ley.
Felicitaciones y arriba Venezuela!
Rubén Blades