• Campanas: cuelgan de puertas y ventanas y representan la alegría del nacimiento del niño Jesús y de la llegada de la Navidad. Antiguamente se decía que eran usadas para ahuyentar a los malos espíritus, pero hoy su repicar navideño es motivo de alegría.
• Bambalinas: las historias dicen que este adorno representa las antiguas manzanas que colgaban del roble y representaban la abundancia y el retorno de los espíritus de la Naturaleza y la fecundidad de la Tierra. Se distinguen por sus colores y brillo.
• Velas de Navidad: una tradición antiquísima que simboliza cuando la Virgen María trajo al mundo a Jesús en Belén. En los hogares se encienden velas de colores, cada una con un significado diferente: amarilla para el dinero y el trabajo; roja para el amor; azul para la tranquilidad; verde para la esperanza; o blanca para la paz y la tranquilidad.
• Estrellas: dicen que sus majestades los Reyes de Oriente llegaron hasta Belén gracias a una estrella que les anunció la llegada del niño Jesús y les condujo hasta el pesebre. Es por ello que las estrellas simbolizan luz y esperanza. Se colocan en lo alto de árbol de Navidad, en el nacimiento y en muchas otras decoraciones navideñas, incluso en las galletas.
• Coronas: se fabrican a base de ramas y se adornan con velas, piñas, lazos o frutas y tienen su origen en Alemania. Tradicionalmente se colocan en la puerta de la entrada principal o como centro de mesa y hacen alusión a la vida eterna.
• Árbol de Navidad: recuerda al árbol del Paraíso de cuyos frutos comieron Adán y Eva, y de donde vino el pecado original; y por lo tanto recuerda a Jesucristo que ha venido a ser el Mesías prometido para la reconciliación. Aunque también representa el árbol de la vida y eternidad.
DC|EM