El político se convierte en estadista cuando comienza a pensar en las próximas generaciones y no en las próximas elecciones, una medida acertada que permite evaluar, cuando estos señores muestran en verdad sus caras. Ya que, la realidad es que estos políticos son siempre lo mismo, prometen construir un puente aunque no haya río. Bien decía un Pastor evangélico “Los políticos son como los cines de barrio, primero te hacen entrar y después te cambian el programa”
No conforme a esto, la dirigencia partidista dedicados a esta función, se destacan por ver en cada solución, un problema, lo cual los lleva a no darle respuesta a ninguna comunidad y que no se logre concretar las respuestas necesarias para así consolidar, la democracia, la libertad y el mejoramiento continuo de los estándares de vida del ciudadano. Siendo esto una variable a estimar, deberemos saber que en los rostros nuevos hay la posibilidad de encontrar el parlamentario necesario.
La actual administración de Miraflores, asume a una muy mal llamada revolución, que ha pasado la mitad del tiempo haciendo leyes, y la otra mitad ayudando a sus amigos a no cumplirlas. Busca en la Asamblea Nacional (6-D), a seguir logrando leyes para protegerse de la justicia y seguir favoreciendo la corrupción y los desvanes a los Derechos Humanos en la Nación. Teniendo la peor oposición de la historia venezolana, hay que buscar en otras alternativas los senderos que nos lleven a recuperar la esperanza y el camino.
Por otro lado, en Venezuela entre las falsas expectativas y el exagerado populismo crean una inestabilidad política en la gente, la cual, a su vez proporciona lo que típicamente denominamos el efecto de “Comida para hoy y hambre para mañana” sumándose así la suma de frustraciones y discursos huecos que han dado hasta la fecha un índice de pobreza, corrupción e inflación nunca vistos en la Republica de Venezuela.
En el caso del MAS y otros actores políticos conscientes de lo que sucede, ha sido el paso más valiente que hemos podido dar y lo interesante es que gracias a estos actores la disidencia ha fijado un punto de encuentro para poder darle al país una conciencia no solo de voto, sino de entendimiento y de fuerza social capaz de irrumpir los escenarios en Venezuela. Es así como se inicia un proceso de cambio, cuando los actores comprometidos entre sí, originan una fuerza ciudadana capaz de doblegar los intereses mezquinos de la existente polarización política venezolana.
Por lo cual, que haciendo historia esta disidencia le dice al país, las verdades que requiere y las necesidades de nuevos rostros en el teatro político venezolano. Mientras tanto, la desesperanza aprendida en esta sociedad se profundizara con una MUD y un PSUV haciendo las más grotescas obras teatrales y seguirán unos con otros beneficiándose en función de sus intereses. Mientras, los ciudadanos, sus familias como las comunidades se ven obligadas a seguir en esta triste realidad, donde la comida y los servicios son exclusivos para pocos.
DC / Dr. José Pons B/Secretario General MAS-Zulia-Demócrata convencido-Psicólogo / @joseponsb