El periodista Jesús «Chúo» Torrealba es el secretario ejecutivo de la alianza Mesa de la Unidad Democrática (MUD) desde hace 14 meses y su jefe de campaña. Desborda simpatía y campechanía en su cargo. Aunque, a pesar de su carisma y arraigo popular, no compite como diputado en las elecciones parlamentarias del domingo.
Se declara independiente y no milita en ninguna organización política, lo que lo libra de cualquier interés partidista en la contienda electoral. Pero cree firmemente en la necesidad vital de recuperar la democracia y la libertad en Venezuela.
—¿Cómo califica la forma en que se desarrollan estas elecciones parlamentarias?
—Son las más sucias, fraudulentas y corruptas que ha tenido el país en los últimos 17 años. Como un ejemplo, el partido de Gobierno, el PSUV, ha nombrado a ministros como candidatos y estos inauguran obras sin haber renunciado a sus cargos como obliga la ley. El Gobierno no ha tenido límites ni pudor para usar con ventajismo los recursos del Estado. Es la corrupción obscena y descarada.
—¿De qué manera se traduce el ventajismo chavista?
—Aquí nueve de cada diez electores están influidos por el petroestado. Ahí el ventajismo comienza por los listados de los militares como candidatos por las regiones, municipios y numerosas zonas del país están militarizadas y bajo estado de excepción. Ahí se puede votar pero no se puede hacer campaña. Siempre los procesos electorales han sido asimétricos y de alguna manera afectados por el ventajismo oficial, pero este ha sido el más sucio de todos.
—¿Ese ventajismo oficialista cómo afecta en el porcentaje de votos?
—Lo más curioso es que esa asimetría del poder se produce cuando la oposición tiene sus mejores porcentajes y cifras de aceptación en los sondeos con un pronóstico claro y abierto de ventaja.
—¿El auge de la oposición se debe al voto de castigo?
Sí, pero es un voto de castigo que tiene el elector para desaprobar una mala gestión. En Venezuela estamos hartos de malas gestiones del Gobierno, y particularmente el de los últimos 17 años, que ha sido la más desastrosa. Es un voto de castigo no convencional. Se trata de un castigo a la traición.
—¿Traición a qué o a quién?
—En 1998 Hugo Chávez le ofreció a los venezolanos un mejor Gobierno, la equidad, el castigo a la corrupción, el empoderamiento del pueblo. Diecisiete años después, tras ingresar más de 900.000 millones de dólares por la renta petrolera, tenemos un país sin alimentos ni medicinas en las farmacias, una inseguridad que asesina a 25.000 personas al año.
¿Cómo percibe el pueblo venezolano el llamamiento a la intervención militar que ha hecho Maduro?
—El militarismo es un componente clave. Las bayonetas sirven para muchas cosas, pero no para sentarse sobre ellas. Ayer emitimos un comunicado pidiendo a las fuerzas armadas respeto a los resultados electorales y garantías de paz para que podamos votar en paz. Ayer mismo tuvimos respuesta, el general Vladimir Padrino López, ministro de la Defensa, aseguró que no «habrá golpes ni autogolpes». Es una excelente respuesta.
—¿Es un portazo a Maduro?
—Exactamente. La declaración del ministro Padrino López es una respuesta afortunada y un portazo a la nariz de Maduro.
—¿Cómo va a actuar la MUD si gana las parlamentarias, teniendo todo el aparato del Gobierno en su contra?
—Nuestro plan está concienciado, aprobado y publicado. Tenemos nuestra agenda parlamentaria. Nos vamos a concentrar en la reconciliación de un país que ha sido amargamente dividido y en la construcción desde el ámbito parlamentario de soluciones al drama económico.
—¿Temen cómo actuará el chavismo como oposición en la Asamblea?
No tememos la existencia de una minoría parlamentaria del PSUV. Lo celebramos porque vamos a demostrar cómo se gobierna un parlamento democráticamente. Tememos la intención de utilizar instituciones vaciadas del pueblo en una especie de barricada institucional. Tenemos un gran compromiso de actuar con mucha amplitud. No vamos a sustituir un sectarismo por otro, sino a construir un ambiente de democracia donde el juego político esté rubricado por la cultura de pactos.
—Leopoldo López propone un cambio político en el primer semestre de 2016 ¿por qué vías?
—En el primer semestre se producirán elecciones de gobernadores y la dinámica del cambio arropará todo. Esos cambios políticos serán el resultado de la confluencia del chavismo descontento con la crisis y de la oposición. La alternativa lógica frente al Gobierno de Maduro somos nosotros.
—¿Qué es lo primero que van a hacer?
—Aprobar la ley de amnistía que beneficiará a los presos políticos y también a los chavistas perseguidos por el Gobierno. Construir soluciones a los problemas económicos y sociales, por ejemplo, aprobar reformas legislativas que estimulen la producción de alimentos, y otros proyectos financieros y monetarios.
DC|ABC